Un día de duras pérdidas para los colombianos en la Vuelta

Cuando Tadej Pogacar prendió ‘motores’ a falta de 30 kilómetros para el final, todo comenzó a consumarse para Nairo Quintana y Miguel Ángel López, quienes se quedaron sin alcanzar los objetivos trazados en el inicio de la etapa 20 de la Vuelta a España. Luego de la polémica del viernes, la situación se complicó en el camino a Gredos, puerto de tercera categoría que sentenció la clasificación general. 

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Los dos corredores colombianos terminaron con las manos vacías. El del Movistar cayó al cuarto lugar de la general, perdiendo la posibilidad de podio, mientras que el del Astana no tuvo reacción para evitar que Pogacar se quedara con la camiseta de los jóvenes. Fue tal el arrancón del esloveno que desde el principio se sospechó que no había nada que hacer cuando los ciclistas cruzaran la línea de meta. 

El paso del capo del UAE Team Emirates fue imponente e inalcanzable. Los ataques en el pelotón principal terminaron siendo tímidos y en cierta medida resignados. No había opciones para frenar a Pogacar, quien pasó del minuto y medio en cuanto a la diferencia. Al final, hizo moñona. Ganó la etapa, se quedó con la camiseta blanca y se metió en el tercer cajón del podio de la carrera ibérica. Mejor, imposible. 

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De esta manera se puso fin a la parte decisiva de la Vuelta a España. En Madrid será la despedida de Nairo en el Movistar, mientras que Miguel Ángel López entrará en un periodo de reflexión. Contrario a 2018 cuando fue tercero en dos competencias grandes, esta vez no pudo remontar en la clasificación general, más allá de la expectativa y de las esperanzas que puso su equipo al comienzo de temporada.