Dos razones que podrían explicar el bajón de Nairo
El colombiano del Movistar terminó en octavo lugar de la Vuelta a España.
Nairo Quintana finalizó la temporada con un octavo lugar en La Vuelta a España, resultado que, para muchos, estuvo por debajo de lo esperado, viendo los rivales que terminaron en el podio con características similares a las del boyacense.
Mucho para revisar tendrá el del Movistar para la temporada 2019 teniendo en cuenta lo alcanzado en el Tour de Francia donde apenas pudo terminar entre los diez primeros, adornando la actuación con una victoria de etapa.
Por lo demás, no mucho para resaltar tanto para él como para la escuadra española que brilló por su ausencia en los podios de las principales competencias, a pesar de tener dos ciclistas más de primera línea como Alejandro Valverde y Míkel Landa.
El elenco teléfonico dio muestras de no tomar las mejores decisiones y de haber sido incapaz de unir el talento de sus principales cartas en procura de una victoria individual, independiente de haber ganado el título por equipos en Tour y Vuelta.
En cuanto a Nairo Quintana, quizá haya dos razones para explicar, en parte, lo que fue la temporada 2018, la primera sin podio desde 2012.
Rivales más completos
Si antes el rival a vencer era el británico Chris Froome (SKY), ahora también hay que mirar de reojo al holandés Tom Dumoulin (Sunweb) y al esloveno Primoz Roglic (Lotto), dos corredores que acapararon la atención en el pasado Tour de Francia. En la montaña resisten, y en ciertos momentos atacan, quedando listos para las contrarreloj donde terminan por imponer su estilo y sacar grandes diferencias.
En ese sentido, Nairo no pudo contrarrestar dicho escenario cuando llegaron las altas cumbres. No es exagerado pensar hoy que la mejor forma de vencer a estos rivales es haciendo lo que mostró en La Vuelta a España 2016 cuando atacó de lejos, junto a Contador, para dejar a Froome a más de dos minutos, siendo la cuota inicial del título logrado en la ronda ibérica.
Un visible desgaste
Ni Nairo da muestras de sentirse cómodo en el Movistar, ni el equipo español da señales de tener plena confianza en el colombiano. El 2018 tuvo a Míkel Landa en una especie de rol antagónico para Nairo. Incluso se habló de la salida del vasco el próximo año por los roces con Quintana. Todo un ‘cocktail’ inútil que no dio dividendos importantes.
Fuente
Antena 2