Tiger y Dechambeau, ¿los elegidos de Furyk?

Cuando un técnico, o un capitán en este caso, debe tomar la decisión sobre los miembros de su equipo, muchas cosas pueden pasar por su cabeza: lo que opina la prensa, lo que quiere el público; algunos pensarán qué es mejor para el negocio. Y entre todo eso a veces se puede hasta escapar lo más importante: ¿qué es mejor para el equipo en sí?

Muchos equipos se arman en torno a la prensa; muchos otros alrededor de los intereses económicos y otros tantos se arman pensando verdaderamente en la capacidad técnica, el momento del jugador, el compañerismo, el aporte individual y la posibilidad del aporte en lo colectivo. Cuando la convocatoria es totalmente abierta hay mucho margen para el error y es común que se discuta si el técnico eligió por calidades técnicas y desempeño o no. En Colombia algún técnico respondía ante las críticas por un jugador que no fallaba en sus convocatorias que éste era el mejor jugador sin balón… sus buenas razones tendría.

Para el caso del golf los seleccionadores, lo capitanes, casi que tienen una ventaja: más de la mitad del equipo se elige por puro mérito, pues sale de los primeros calificados en el ranking de su zona, Estados Unidos o Europa. Pero allí puede surgir el interrogante de si ser buenos jugadores es suficiente; si los primeros lugares garantizan que quienes los ocupan serán buenos compañeros, tendrán buena actitud frente a la competencia, tendrán liderazgo, etc.  Pero así está definido y al criterio puro del capitán en el caso norteamericano se dejan solamente cuatro opciones a ‘dedo’. Menos posibilidades, ¿menos margen de error?

Jim Furyk ha decidido anunciar tres de esos nombres el próximo martes, pero al parecer las circunstancias de las ultimas semanas casi que le están  acomodando el equipo y los postulantes a punta de resultados le están cerrando el cerco al seleccionador. De los cuatro  hay dos que tienen que ser fijos y ni los más distraídos le perdonarían al veterano capitán que no los convoque. Se trata de Tiger Woods y Bryson Dechambeau.

Woods ya había sido considerado como vice capitán obviamente por lo que representa no solo para Estados Unidos, sino para el golf mundial; pero con el regreso de su gran juego, casi que es imperdonable que no esté en el campo disputando los puntos, los hoyos. Ha dicho en los últimos días que se siente en una de las mejores temporadas de su carrera y no es para menos. Muerto para el golf hace no más de siete u ocho meses, como muchos y hasta él mismo lo creían, ha vuelto por sus fueros; a ser protagonista y a arrastrar miles y miles de seguidores a los campos de golf, en los que se extrañaba un verdadero ’rock star’. El Messi, el Ronaldo, el Neymar (sí todos en uno) de este deporte ha vuelto y una estrella de este tipo no se puede perder el evento en el que todos quieren estar. 

Dechambeau era considerado hasta hace poco como una opción interesante y hasta de pronto ‘exótica’ por todas sus particularidades, pero sin ninguna aceptación especial o simpatía generalizada. Pero como si fuera consciente de ello y se hubiese propuesto como misión volverse indispensable, en las últimas semanas ha ido ganando terreno y acaba de coronarse campeón del Northen Trust, subir ocho puestos y ubicarse como el numero uno de la clasificación de la FedexCup. 

Esto ya lo lleva a un logro, además, histórico, pues es uno de los cuatro únicos jugadores,  junto a Tiger, Jack Nicklaus y Phil Mickelson, que ha ganado el campeonato de la NCCA (Asociación Nacional Atlética Universitaria por sus siglas en inglés), el US Amateur y al menos tres torneos de PGA Tour antes de los 25 años. Y como si fuera poco el posible vice capitán Woods ha dicho en los últimos días que le encantaría jugar con él. 

Más claro no canta un gallo: de los tres que debe anunciar Furyk este martes en la tarde dos serán Tiger y Dechambeau. El tercero puede ser Phil Mickelson, pero dejémosle uno a la suerte.