Mundial a ritmo europeo

Con la eliminación de los representativos Conmebol, para los aficionados de este lado del mundo el certamen quizás ya no es tan atrayente.

Los combinados de Brasil, Argentina y Uruguay, tienen la suficiente historia y abolengo para darle un matiz especial a la competencia orbital; pero, infortunadamente, sucumbieron antes de llegar a las instancias de gloria.

Y es una lástima que combinados llenos de jugadores fantásticos y de primer orden en el pentagrama del fútbol, apenas resultaron animadores y no protagonistas del título.

Messi, Neymar, Marcelo, Suárez y Cavani, por mencionar sólo algunos, llenaron de ilusiones a sus seguidores pero quedaron distantes de los sitiales de honor.

Sin desestimar, claro está, el desempeño de otras selecciones y sus estelares caso Francia, con Pogba, Mbappe, Griezmann y demás; Inglaterra, con su goleador Kane; Croacia, que presenta a Modric y Rakitic, por citar sólo estos; y Bélgica, con Lukaku y Eden Hazard, distinguidos en esta escuadra.

Al final, los que quedaron en la brega labraron sus destinos, fiel a sus estilos y propuestas de juego. Algunas selecciones más llamativas que otras, caso Francia y Bélgica; lástima que chocarán en semifinales porque ese encuentro sería digno de la finalísima.

De nuestro lado, Colombia, con James y Falcao como referentes, y sin las obligaciones de conquista que tienen los colectivos que ya han triunfado en estas lides, despertó sensaciones que en la competencia no fue capaz de consolidar.

La realidad nuestra: con Pékerman se demarcó una idea, un estilo y se sumó experiencia en las grandes ligas del balompié; pero, aunque la calidad del proyecto invite a soñar en ganar una Copa Mundial, habrá que seguir estructurando en muchos aspectos la preparación de los futbolistas que hacen parte de la selección nacional, para aquilatarlos en la búsqueda de ese objetivo.

La idea planteada es una premisa que debe tener continuidad, ya sea con Pékerman u otro entrenador que defina la Federación de Fútbol.