Faltó liderazgo

El fútbol es una caja de sorpresas. Y, en muchas oportunidades, nos sorprende con situaciones tan inesperadas que pueden alterar de forma dramática los planes previamente establecidos.

Así le sucedió, en las primeras de cambio, al combinado patrio en su primera cita en el certamen futbolero de Rusia.

Quién iba a pensar en tamaño infortunio cuando el cronómetro apenas se aproximaba a los tres minutos: mano penal, expulsión de 'La Roca' Sánchez y gol en la cabaña de Ospina... Increíble!

El colectivo de Japón aprovechó los desaciertos de la defensa colombiana y se puso en ventaja, despedazando el montaje de Pékerman quien, frente a la adversidad, hizo variantes en la búsqueda de mejorar el accionar de sus orientados.

El ingreso de Wilmar Barrios preveía reforzar y balancear la zona de recuperación con un jugador de sacrificio. Y, el cartagenero, cumplió hasta que se agotó.

James Rodríguez no pesó en el trámite del juego; aportó menos que Juan Fernando Quintero, quien dejó su impronta al marcar el empate, de fabulosa factura en el cobro de tiro libre.

Mientras que, Bacca, tirado a la franja derecha, con obligaciones de marca, no conectó con la pelota y reflejó una intrascendencia en su accionar.

El segundo tiempo resultó improductivo para el conjunto colombiano, que no funcionó armónicamente con la pelota; fue impreciso en sus despliegues a territorio rival y nada peligroso en el tercio final de la cancha.

Los japoneses fueron asertivos en sus lances; mientras que los colombianos dejaron la sensación de no afianzarse en la cancha luego del primer gol. El grupo no asimiló el impacto; y los referentes tampoco pudieron ser relevantes. Cuadrado fue sustituido, James no trascendió y Falcao, sin acompañamiento y poco volumen de juego desde atrás, apenas insinuó un par de acciones.

Cuánta faltó hizo el equilibrista Carlos Sánchez. Jugar con diez, claro que influyó. La tricolor se quedó sin energías e ideas, sin fútbol. También es cierto, que los líderes no se activaron y a los jóvenes les costó debutar en la escenografía mundialista.