El extraño Tour que veremos

En una de las temporadas más atípicas del ciclismo mundial, son muchas las dudas, incógnitas e incertidumbres que se ciernen sobre el último calendario de competencias diseñado por la UCI y particularmente sobre la carrera estrella, el emblemático Tour de Francia,

Por ahora y condicionada a la última palabra que tiene el enigmático COVID 19, la carrera francesa tiene prevista su salida el próximo 19 de agosto. Es el punto central del eje sobre el cual gira un programa de competencias que intentan salvar la temporada y la economía de los equipos seriamente castigada por la obligada parálisis de la inesperada pandemia.

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Pero, si como todos esperamos, se pudiese cumplir con el optimista programa regreso a las carreteras, ¿en qué condiciones llegaría el pelotón élite de ciclistas a su histórica anual con “la Grand Bouclé”?

Aquí nacen las primeras incógnitas: los protagonistas llegan sin la necesaria acumulación de kilómetros que brindaba un exigente calendario de pruebas que servían de preparación al principal reto del año. Con más de 60 días en confinamiento y sometidos a la “ley del rodillo” que para muchos ha sido más de sufrimiento que de diversión, reconocer la realidad de un nivel competitivo es impensable.

Muchos de los aspirantes al podio final de los Campos Eliseos en París apenas registran en sus minicomputadores  los kilómetros de entrenamiento porque  ni siquiera alcanzaron la exigencia de la competencia. El actual campeón de la ronda gala, el colombiano Egan Bernal apenas pudo disputar la semana del Tour Colombia y los dos días de los campeonatos nacionales.

El cuádruple campeón del Tour, Chris Froome, alcanzó a correr cinco días en el Tour de los Emiratos Árabes, cuando fue suspendido por la aparición de contagiados por Coronavirus el 27 de febrero. También sumaron una semana Miguel Ángel López y Geraint Thomas en Algarve (Portugal), Mikel Landa en Andalucía, Adam Yates en Emiratos,  Rigo Urán y Sergio Higuita en el Tour Colombia. Otros corredores como Primoz Roglic, Tom Domoulin, Steven Kruijswick, ni siquiera alcanzaron a debutar en la temporada.

Sin duda, era Nairo Quintana con los colores de su nuevo equipo el Arkea Samsic francés quien iniciaba una campaña de aplausos ganando el Rour de la Provance y los Alpes Marítimos, derrotando en ambas pruebas al francés Thibaut Pinot. El también jovencísimo Tadeij Pogacar acumulaba con buenos resultados en la Comunidad Valenciana y e UAE Tour donde terminó segundo.

Los debates  por éstos días apuntan a los lideratos de equipo y los focos se centran sobre el Ineos, atizados por una supuesta molestia de Froome y un eventual cambio de equipo, frente a unas declaraciones de su compañero Egan Bernal, que confesaba su intención de apostarle a su segundo Tour, frente a las pretenciones del británico de llevarse su quinto entorchado e ingresar a la leyenda de los pentacampeones. Por ahora la polémica es mediáticas. Los protagonistas  guardan discreto silencio.

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El hecho claro es que nadie sabe en que condiciones llegan los hombres Tour a su cita – si es que se cumple- del próximo 29 de agosto y por tanto nadie puede garantizar lideratos más allá de los palmarés presentes y pasados. El Tour es una carrera extremadamente exigente que no perdona debilidades. El ganador siempre demuestra estar uno o varios puntos más por encima de sus adversarios y eso se marca por su condición física y mental a la hora de las grandes batallas.

Para muchos no sería nada extraño que el Tour 2020 pueda generar resultados inesperados. Bien por la memoria física de los experimentados  o por la pronta asimilación a los grandes esfuerzos de los músculos jóvenes. Buscando como apoyo las piernas de febrero, un revitalizado Nairo Quintana le puede seguir apostando a su experiencia y el fondo acumulado en una década de éxitos. Tadej Pogacar hizo sus pimeras exhibiciones de temporada a sus 20 años, pero se enfrenta a su primer Tour y frente a rivales que atemorizan, pero es ambicioso y puede sorprender. Esto para citar apenas dos botones para la muestra. Experiencia y juventud, cabeza y ambiciones.