El derecho a perder

Leyendo u oyendo la manera como se recibe en diversos estamentos la actuación del ciclismo colombiano en la Vuelta a España que acaba de finalizar, me he puesto a pensar que en la lista de los tan cacareados Derechos Humanos debería existir EL DERECHO A PERDER así como existe el derecho a nacer, a la educación, a la salud, a una patria, etc...

Ese Derecho a perder lo reclamo a nombre de los deportistas colombianos en general, y del ciclismo en particular, pues una representación de este deporte, como la que se hizo en la ronda española, no puede calificarse de oscura, mediocre, agria, pobre y menospreciarla simplemente porque no fueron campeones y menos aún, porque no estuvieron en el podio final de los tres mejores.

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Ya va siendo tiempo de que nos bajemos del bus de los ETERNOS GANADORES o PERDEDORES porque esos no existen; también será bueno intentar alejarse del manido y dañino concepto de que lo único que sirve es GANAR O GANAR.

Precisamente, los formidables logros de ciclistas, tenistas, atletas, arqueros,  pilotos, futbolistas, entre otros, nos tendrían que enseñar a ver con sensatez la realidad de un triunfo y de una derrota, sin que la segunda signifique la crucifixión, la hoguera o el ahorcamiento. Ofensa y agresión al o los deportistas que fueron vencidos por quienes en algún momento fueron mejores que los nuestros ya que para ello también se preparan y tienen como objetivo derrotar al deportista colombiano de turno.

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Ganar tres etapas, lucir por días y días las diversas camisetas en juego, clasificar dos entre los cinco primeros, integrar el equipo campeón  (Nairo Quintana), ser declarado el ciclista más combativo (Miguel Ángel López), contar con uno de las dos grandes revelaciones de la carrera (Sergio Higuita), aparte del diario protagonismo en las tres semanas de carrera, es un balance que permite decir que el grupo de once ruteros colombianos que tomaron parte en la Vuelta a España cumplieron con éxito y brillantez la tarea de mantener, defender y ratificar el gran prestigio alcanzado por el ciclismo colombiano.

Lo anterior es la realidad y las cifras están para demostrarlo. Cada quien lo podrá ver a su manera, pero creer o pretender que lo único que sirve es ganar, significa entonces que el deportista extranjero no tiene derecho a ganar y el colombiano no tiene DERECHO A PERDER, lo que carece de toda coherencia y no tiene cabida en el mundo en que vivimos.