Los tiempos cambian, los jugadores y los sentimientos también
Real Madrid ganó otro clásico y de a poco se le vuelve costumbre.
Al Real Madrid, conformado en su base por jugadores grandes, experimentados, con muchos títulos encima, ganar en Barcelona le viene siendo cada vez más accesible. El sábado, sin rayar a gran altura porque no fue su mejor partido, le bastó para vencer 1-2 a su adversario más temido, dándose el lujo de remontar el resultado luego que el aleman Gündoğan pusiera arriba a su equipo a escasos seis minutos de iniciado el juego en el Estadio Olímpico de Montjuic.
En el segundo tiempo llegaría el doblete de Jude Victor William Bellingham(20) que en 10 partidos ha marcado 10 goles con la elástica blanca del Real Madrid.
Hay quienes lo consideran el mejor futbolista del mundo en la actualidad debido a su juventud, riqueza técnica y frecuencia goleadora, sin ser un punta sino un jugador de toda la cancha con su número "5" a la espalda.
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Al margen de lo estrictamente futbolístico queremos detenernos en las declaraciones post-partido del capitán del Barsa, İlkay Gündoğan(33), quien acaba de llegar al equipo catalán, jugaba su primer clásico y nos dejó un mensaje serio y contundente:
“Quiero ser honesto, pero sin pasarme porque no quiero decir algo que no debería, vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada, pero después de un partido tan importante y un resultado tan innecesario, me gustaría ver más enfado y decepción. Esto es parte del problema. Tienen que aflorar más emociones cuando pierdes y cuando sabes que puedes hacerlo mejor en ciertas situaciones y no reaccionas.
No vine aquí para perder este tipo de partidos así ni permitir que se abran estas brechas. Yo también tengo responsabilidad como jugador veterano, para no permitir que pasen estas cosas. Tenemos que ser más resistentes”.
Los reproches de Gündoğan van dirigidos a sus nuevos compañeros, los más jóvenes, a quienes perder un clásico parece importarles poco, no le dan mayor trascendencia. Es como si vivieran en una burbuja muy particular, con juventud desbordante, contratos fabulosos, todo el futuro por delante. Así que perder el derby español les dá exactamente lo mismo.
Por eso decíamos arriba, que los tiempos cambian y los muchachos tienen una mentalidad diferente.
Antes, perder era un golpe muy fuerte para los protagonistas.
Para quienes cubríamos periodísticamente los vestuarios de los equipos, ingresar a un camerino derrotado era incómodo porque las caras largas y el clima tenso nos hacían pasar momentos desagradables. Nadie quería hablar con la prensa, se les notaba a los jugadores que les dolía perder.
En pleno 2023, el perfil de los futbolistas ha cambiado y se nota en la ausencia de rebeldía para dejarlo todo en la cancha en procura del resultado positivo.
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A los futbolistas de ahora les falta más compromiso, competir siempre y cuando los resultados no se dan "les importa un pito".
Fuente
Antena 2