Ante Polonia fue diferente
Frente a Polonia el asunto fue diferente. Con relación al fallido partido con Japón, todo cambió
Desde las decisiones de Pékerman, de utilizar a quienes debían aparecer en la titular, el panorama presentó un matiz de rendimiento diferente.
El funcionamiento fue activado de forma segura desde lo defensivo, y pretencioso con la pelota en fase de construcción de juego y ofensiva.
Mina y Davinson, se complementaron y acertaron en su accionar en la línea central posterior.
El soporte en la franja dos de la cancha se consolidó con el accionar de Wilmar Barrios. El cartagenero transpiró al máximo para balancear el sector medio; con Aguilar como socio de labores, hasta que Abel se fundió. Impecable la labor de marca en esa zona.
Y, cuando el rival apuró e intentó hacer daño, Ospina figuró en sus movimientos de rango seguro. Algunas veces exponiendo su integridad, pero sus decisiones fueron seguras y oportunas.
La tríada compuesta por James, Quintero y Cuadrado funcionó de forma perfecta. La pelota la sostuvieron con calidad y organizaron embestidas variadas en territorio polaco.
Los zurdos, James y Quintero, deleitaron y fructificaron el accionar desde la mitad hacia el tercio final de la cancha rival. Armaron sociedades con el balón, profundizaron el juego y brindaron confianza en el mantenimiento del balón.
El volumen creativo de los orquestadores de juego le brindó posibilidades a Falcao, quien convirtió en gol uno de esos favores.
En suma; el fútbol dimensionado y esplendoroso apareció, para labrar un triunfo necesario y anhelado, rubricado con tres goles, para seguir en la brega mundialista.