Nicaragua acude a Barranquilla esperanzado en el béisbol para lograr el metal dorado
La delegación nicaragüense está conformada por 149 deportistas, entre ellos 74 varones y 74 mujeres.
Nicaragua estará presente en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe con una esperanza de medalla, una disciplina novedosa, y un gran dolor, ocasionado por la crisis sociopolítica local que ha dejado más de 351 muertos, en protestas contra el presidente Daniel Ortega.
Tras una etapa de indecisión sobre si participar o no en Barranquilla 2018 debido a la crisis, la delegación de Nicaragua estará conformada por un total de 220 personas, de las cuales 71 serán dirigentes y asistentes, y los restantes 149 deportistas, entre ellos 74 varones y 74 mujeres, según el Comité Olímpico Nicaragüense.
A pesar de que se trata de una amplia delegación para uno de los países con participaciones históricas discretas en estas justas, Nicaragua solamente podrá presentarse en 19 de 26 disciplinas previstas.
De este modo, el CON ratificó la presencia nicaragüense en atletismo, balón mano femenino, béisbol, boxeo, canotaje, ciclismo y ruta y de montaña, esgrima, fútbol femenino, gimnasia, judo, kárate, levantamiento de pesas, lucha, natación, remo, taekwondo poomsae, tiro, triatlón y voleibol de playa, según la fuente.
El país centroamericano aspira a igualar su actuación de México 1990, donde logró 4 medallas de plata y 6 de bronce.
La mayor esperanza que tiene Nicaragua está en el béisbol. Tras conquistar la medalla de oro en los XI Juegos Centroamericanos Managua 2017, en diciembre pasado, el país espera revalidar la de plata obtenida en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014, al perder la final ante Cuba.
Nicaragua se conformaría con clasificar a los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, en 2019, para lo cual necesita quedar entre los cuatro mejores, algo que es posible.
Otros deportes con posibilidades de conseguir medallas para Nicaragua son el boxeo, kárate, taekwondo poomsae y judo, según los cálculos del CON.
Fuera de esto está la novedad: Por primera vez Nicaragua competirá en gimnasia.
La jovencita de 16 años Karla Alarcón, se ha entrenado durante varios meses con entrenadores guatemaltecos en Atlanta, Estados Unidos, para hacer un debut prometedor.
Alarcón no es necesariamente una novata. Tiene 8 años de experiencia en gimnasia artística y ha tenido que esperar a cumplir la edad mínima, 16 años, para competir en un evento internacional.
Pero no todo es esperanza y optimismo para el país que ocupa la posición 20 de 31 naciones con presencia en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Al constante problema de la falta de recursos económicos para un entrenamiento óptimo, los deportistas nicaragüenses cargan con el dolor de representar a un país envuelto en la crisis sociopolítica más sangrienta de su historia en tiempos de paz.
La mayoría apenas entrenaron de forma parcial, y como deportistas estuvieron de luto el 30 de mayo pasado, cuando el medallista de oro de los Juegos Centroamericanos de Managua 2017 en sambo, Kevin Antonio Coffin Reyes, murió al recibir un disparo, cuando participaba en una marcha en apoyo a las madres que perdieron a sus hijos en protestas contra Ortega.
La situación hizo que hasta ahora el Instituto Nicaragüense de Deportes y el CON no se hayan puesto de acuerdo para decidir quién será el abanderado por Nicaragua en Barranquilla.
Algunos atletas ya viajaron a Colombia, otros lo harán conforme el calendario de competencias. Unos lo hacen con esperanza, otros con la novedad de su primera experiencia, pero todos impactados por el dolor de la crisis en Nicaragua.
Fuente
EFE