West Ham eliminó a Manchester United de la Copa de la Liga

West Ham United vengó su derrota de este fin de semana apeando al Manchester United, que no convocó a Cristiano Ronaldo, de la Copa de la Liga (0-1).

Una internada de Ryan Fredericks en los primeros minutos, culminada con un pase atrás y un remate de Manuel Lanzini, con su primer gol desde octubre de 2020, sirvió para que el West Ham eliminase al United en Old Trafford.

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Los 'Diablos Rojos', el último equipo en ganar esta competición antes de que comenzara el dominio del Manchester City, echaron el resto para tratar de lograr el empate, pero Juan Mata, en su primera titularidad de la temporada, se encontró con el larguero, y ni Mason Greenwood, ni Anthony Martial, ni Jesse Lingard fueron capaces de batir a Alphonse Areola.

Tampoco lo consiguió Bruno Fernandes, que a diferencia de Cristiano, sí estuvo en el banquillo del United y salió a la desesperada en busca del empate.

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El United, que en la Premier League va empatado a puntos en el primer puesto con Liverpool y Chelsea, sufre su primer revés de la temporada y se queda desde ya sin la posibilidad de luchar por uno de los tres títulos domésticos. Eso sí, sin Cristiano sobre el campo.

Arsenal clasificó a octavos de final

No tuvo problemas el Arsenal de Mikel Arteta para meterse en octavos de final de la Copa de la Liga y pasó sin sufrir contra el Wimbledon (3-0).

Los 'Gunners'consiguieron su cuarta victoria consecutiva de la temporada, dos de ellas en esta Copa de la Liga, en un partido que podría haber sido un auténtica goleada contra el Wimbledon, de League One (Tercera división inglesa).

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Alexandre Lacazette hizo el primero, desde los once metros, tras un penalti cometido sobre Gabriel Martinelli a los diez minutos, pero el Arsenal tuvo que esperar hasta los instantes finales para sentenciar el duelo.

Sin Martin Odegaard en el equipo, Emile Smith-Rowe aprovechó para marcar su primer gol de la temporada. Con el Wimbledon ya rendido y sin tiempo para reaccionar, el joven Eddie Nketiah hizo el 3-0.

Con este triunfo, Mikel Arteta sigue cogiendo oxígeno antes de un fin de semana importante en el que el Arsenal jugará en la Premier League el derbi del norte de Londres contra el Tottenham Hotspur, un rival directo por los puestos europeos.