'Pipa' de Ávila y Rubén Darío Hernández, los dos colombianos que dirigió Queiroz

Por allá en 1996, el técnico Carlos Queiroz llegaba a dirigir en la recién inaugurada MLS al club MetroStars de los Estados Unidos. El estratega, tras haber estado en el Sporting de Lisboa y la Sub-20 de Portugal, tenía un nuevo reto en Norteamérica.

Precisamente fue en el equipo de New York donde el timonel portugués tuvo en sus filas a dos jugadores colombianos, Antony de Ávila y Rubén Darío Hernández, delanteros 'cafeteros' que brillaron en el fútbol ‘cafetero’ entre los años 80 y 90.

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Rubén Darío Hernández y su balance al mando de Queiroz

En el caso de 'Rubencho', el jugador llegó en la temporada 96 a la MLS por pedido de Carlos Queiroz y, pese a que le costó en un inicio acoplarse a la idea de juego, consiguió hacer una buena campaña de la mano del timonel luso.

Incluso para el exfutbolista, Queiroz fue un técnico que lo potenció mucho y le enseñó más o menos cómo era el nivel del balompié de Europa y la preparación que tienen en el 'viejo' continente. Trabajar el juego largo y el espacio reducido fueron pilares que Hernández aprendió de la mano del estratega portugués.

'Rubencho' duró poco tiempo en Estados Unidos. A los tres meses regresó a Colombia al club Deportes Tolima, luego de jugar diez partidos y dar tres asistencias.

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El 'Pitufo' De Ávila, el sinónimo de gol para Queiroz

El goleador histórico del América de Cali llegó al MetroStars también en el año 1996 y fue dirigido por Carlos Queiroz. El 'Pitufo', como lo llamaban, se volvió en su momento un jugador importante para el portugués marcando un total de 8 goles en 11 partidos.

De los tantos que anotó el delantero colombiano, el más significativo fue ante el Columbus Crew en el partido donde su equipo consiguió clasificar a los 'playoffs' del certamen. Queiroz así resaltó su gol: “El gol de Antony fue el que se merecían el partido y todos los aficionados”, señaló el técnico para la prensa.

Luego De Ávila fue contratado por el Barcelona de Ecuador y Carlos Queiroz salió a dirigir al Nagoya Grampus del balompié japonés.