Flamengo inició su camino en la Copa Libertadores con victoria como visitante sobre Vélez

El brasileño Flamengo superó como visitante al argentino Vélez Sarsfield por 3-2 (parcial 1-1), en un vibrante partido por la primera fecha del Grupo G de la Copa Libertadores, jugado la noche del martes en el estadio José Amalfitani en Buenos Aires.

Lucas Janson (21 y 53) anotó los dos tantos de Vélez, mientras que Willian Arao (43), Gabriel Barbosa (61, de penal) y el uruguayo Giorgian de Arrascaeta (79) convirtieron para el 'Mengao', en un duelo parejo y cambiante, decidido por la mayor jerarquía del conjunto carioca.

Vélez terminó el cotejo con diez jugadores por la expulsión de Federico Mancuello (86) por una falta sobre Gabriel Barbosa, que el colombiano Wilmar Roldán castigó con roja directa.

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En la segunda fecha, a jugarse la semana próxima, el 'Fla' recibirá al chileno Unión La Calera, mientras que el 'Fortín' visitará en Ecuador a la Liga de Quito.

- Se sacude el 'Fortín' -

Flamengo comenzó bien el encuentro, con buena dinámica de pases, en busca de ocupar espacios y llegar con velocidad al ataque, y a punto estuvo de anotar en una llegada de Everton Ribeiro y un envío desde la derecha que no alcanzó Gabi Barbosa para abrir la cuenta.

Bien pronto se dio cuenta Vélez de que estaba enfrentando a un adversario incisivo y muy peligroso en ataque, que estaba atento a cualquier error en el fondo, pero el local no se resignó a ceder la iniciativa y le discutió la posesión al visitante.

Y fue el equipo argentino el que abrió el marcador, en una muy buena jugada de Juan Lucero dentro del área, que se hizo tiempo y espacio para enganchar, hizo pasar de largo a Gustavo Henrique, y cedió el centro atrás para la llegada limpia de Janson, que tocó con precisión a la red luego de tomar a contrapierna a toda la defensa y al arquero.

Prolijo en el tratamiento de la pelota, Vélez buscó bajarle el ritmo a la propuesta más vertiginosa de Flamengo, y buscó defenderse con la tenencia del balón para controlar el desarrollo ante un adversario que asumió bien la desventaja y reaccionó enseguida.

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Estuvo cerca del segundo el local con un zurdazo raso de Thiago Almada que se fue cerca del poste derecho, pero el rojinegro fue el que estampó el 1-1 antes de irse a los vestuarios, a la salida de un tiro de esquina que la defensa local no despejó del todo, y Gerson se acomodó y con un gran pase dejó solo a Willian Arao para definir con calma frente al arquero.

- Bombazo -

Las emociones continuaron en una segunda etapa muy entretenida, a partir de la determinación de dos equipos ambiciosos, decididos a quedarse con los tres puntos.

Nuevamente fue Vélez el que pasó al frente en un tiro de esquina que cabeceó primero Giannetti, y asistió por la vía aérea a Janson, que la empujó a la red con un frentazo ante la protesta de todo Flamengo, aunque el artillero estaba en posición correcta, porque habilitaba un defensor del conjunto visitante.

Sin embargo, poco le duró la alegría al equipo de Mauricio Pellegrino, porque Gabriel Barbosa, una pesadilla para el fondo argentino a lo largo del encuentro, se hizo espacio en el área, se dio vuelta con pelota dominada, y el arquero Hoyos le cometió un penal que el mismo "Gabigol" mandó a la red con un disparo suave y esquinado.

El empate le sentó mejor a Flamengo, que por dos veces reaccionó tras quedar en desventaja y fue en busca del triunfo, y a punto estuvo de anotar con un zurdazo del charrúa De Arrascaeta que salió cerca del palo izquierdo, y luego con un gran contraataque de Gabriel que se fue solo, pero Hoyos salvó su valla con un manotazo salvador.

Mucho más peligroso en sus avances, el equipo carioca estaba más cerca del tercero y lo consiguió a once minutos de final con un bombazo de Giorgian de Arrascaeta, un precioso zurdazo para clavar la pelota en el ángulo derecho.

La última ilusión de Vélez se apagó con la expulsión de Mancuello, por una fuerte falta a Gabigol justo cuando estaba al lado del árbitro Roldán, en un final que premió la ambición y la jerarquía de Flamengo, un buen candidato a la corona, y dejó con las manos vacías al equipo argentino, al que le faltó oficio y experiencia para aprovechar su momento favorable.