La Vuelta 2019 regresa a España tras el periplo de un par de etapas por Andorra y los alrededores de Pau (Francia) con una jornada de media montaña en principio destinada a los aventureros, aunque los favoritos deberán estar atentos para controlar cualquier posible ataque sorpresa.
La undécima etapa de la Vuelta llevará al pelotón desde la localidad francesa de Saint Palais hasta la navarra Urdax Dantxarinea con 180 kilómetros de recorrido con un constante 'rompepiernas' en el que se ascenderán tres puertos, dos de tercera categoría y otro de segunda.
Tras las dos últimas etapas, con un día intercalado de descanso, en las que los ciclistas afrontaron la corta pero durísima, en todos los aspectos tanto del recorrido como de las condiciones meteorológicas adversas, etapa de Andorra y la única contrarreloj individual, la Vuelta entra las etapas de alta montaña tanto por la cordillera cantábrica como en el Sistema Central.
Con la clasificación más asentada tras la esperada contrarreloj de Pau y el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) vestido con el maillot rojo y una ventaja de más de un minuto sobre sus perseguidores, la etapa no debería provocar ningún sobresalto entre los aspirantes a la victoria final en Madrid.
No obstante, nadie se podrá fiar de vivir una jornada tranquila, al menos antes de su inicio, dado el terreno por el que circulará la carrera, con carreteras estrechas y constantes subidas y bajadas no puntuables, que podrían propiciar que alguno intente hacer saltar la sorpresa.