Top 5 de las carreteras más difíciles en Colombia para practicar ciclismo en Colombia

Alto de la Línea

Esta carretera que es considerada un puerto de montaña y se encuentra ubicada en la Cordillera Central, conecta al municipio de Calarcá, del departamento del Quindío y Cajamarca que se encuentra en el departamento del Tolima, además de ser un hermoso lugar para apreciar el paisaje es una dura carretera para subir en cicla. 

La exigencia para alcanzar la cima es bastante difícil, pues cuenta con una pendiente máxima de alrededor del 13%, y generalmente durante la ruta tiene un promedio de 6% y 8%, además tiene terrenos planos y descensos. Esto lo convierte en un excelente lugar para que los ciclistas entrenen y exijan su cuerpo al máximo. 

En los tramos finales es cuando la ruta exige al máximo a los deportistas, dado que, la carretera alcanza los 3.200 metros de altitud y respirar es cada vez más difícil para los ciclistas por la escasez de oxígeno. Esta carretera tiene una distancia de 21.7 kilómetros. 

Puerto de Bocademonte

El Alto de Bocademonte se encuentra en Boyacá y atraviesa el municipio de Muzo, abarca una distancia de 35 kilómetros aproximadamente, alcanza una altitud que va desde 800 metros en su punto más bajo y 2.900 en su cima. 

Es uno de los trayectos más visitados por los ciclistas, ya que tiene una pendiente de al menos 13% de desnivel. A lo largo de su trayecto se pueden encontrar diferentes tramos en los que los ciclistas pueden experimentar pendientes medias y altas, además de gran variedad de climas que ayuda a que el ciclista acople su cuerpo a las diversas exigencias que se pueden presentar en un campeonato. 

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Alto del Vino

El Alto del Vino, es una de las rutas más conocidas por los capitalinos, quienes semana a semana salen por la vía de Bogotá - La Vega y se aventuran a subir hasta el pueblo que está ubicado en la Cordillera Oriental y que sus pendientes al máximo alcanzan un 10% de inclinación. 

El trayecto es de alrededor de 38 kilómetros, en lo que se pueden experimentar trayectos desde el 6% de inclinación, además la humedad del terreno y el duro esfuerzo que se debe realizar durante horas de pedaleo lo convierte en una ruta predilecta para el entrenamiento de muchos ciclistas que quieren experimentar una subida constante. 

Boquerón de Chipaque  

Esta carretera ubicada en el Municipio de Chipaque tiene una pendiente de 14% en su punto máximo y durante sus 27 kilómetros de distancia, se convierte en una ruta ideal para adaptar el cuerpo a las grandes competencias. 

Inicialmente, la pista parece muy suave porque tiene solamente algunos ascensos de aproximadamente 6% de desnivel, pero más adelante un desnivel del 9% pondrá a sufrir sus piernas, después de esto no tendrá tiempo de descanso en la gran cantidad de escaladas que se encuentran en su camino. Finalizando con unas rampas de 11%, 13% y 14%.   

Páramo del Verjón  

Entre la vía Bogotá y Choachí se encuentra una de las vías predilectas por muchos deportistas para practicar en su “caballito de acero”, cuenta con una inclinación de alrededor 10% y 37.5 kilómetros de trayecto. 

La salida es por el centro de Bogotá y desde su inicio hay un trayecto con 7.5% de desnivel por al menos 5 kilómetros, posteriormente hay recorridos en los que puede encontrar un fuerte ascenso durante 2 kilómetros continuos que le exigirán al máximo a sus piernas. 

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Cuáles son las recomendaciones para la montaña en ciclismo

Para realizar estos duros tramos es recomendable tener un entrenamiento previo de al menos una o dos semanas antes de aventurarse a estos duras carreteras colombianas, que lo pueden poner a “sudar frio” cuando las piernas no resistan. 

Es necesario tener una respiración constante e ir bien hidratado para mantener en el cuerpo la energía necesaria que exige la subida. Además, se deben regular los esfuerzos y procurar un ritmo sostenido, con el fin de que tanto en el inicio como en la llegada se pueda realizar el mismo trabajo.   

Lo ideal para poder subir estos grandes trayectos es llevar una cicla de ruta, pues al ser delgadas tienen más aerodinamismo y el peso contribuye a que el esfuerzo se minimice. 

La combinación de los piñones con los platos es primordial para poder subir estas montañas, es necesario llevar el plato pequeño adelante y atrás el piñón grande, esto produce que la velocidad sea mínima, pero también hay menor resistencia al subir. 

Luis Carlos Manrique, un ex ciclista profesional explicó cómo se preparaba en los diferentes terrenos de Colombia, “para lograr participar en las vueltas que fui, como las vueltas a Chile, Uruguay y al Táchira que hay bastante loma, me tocaba salir del Valle, buscar lomas mucho más duras, más empinadas y yo iba mucho a entrenar a Ibagué, para hacer la línea y hacer recorridos a Bogotá y volver a Ibagué para poder prepararme para las carreras donde había bastante montaña".