Caterine Ibargüen se graduó como enfermera, pero... ¿Por qué no la ejerció?
La atleta antioqueña Caterine Ibargüen es conocida como la reina del salto por las medallas olímpicas obtenidas en Londres 2012 y Río 2016.
Si hay una atleta que ha llenado de alegría a los colombianos en los últimos años es Caterine Ibargüen. Su trayectoria en el salto triple la ha llevado a lo más alto del deporte internacional, al punto que ganó medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y medalla de plata en Londres 2012.
Además, fue ganadora en los campeonatos mundiales de atletismo en Moscú 2013 y Pekín 2015. Sus logros la han llevado a ser elegida como la atleta femenina del año 2018 por parte de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés).
Recientemente, Ibargüen se presentó para ser senadora de Colombia. Sin embargo, no logró el número de votos que le permitieran hacerse con una curul en el Congreso de la República.
Aparte de su trayectoria deportiva y política, la “diosa de ébano” también estudió y se graduó de enfermería.
Caterine nació un 12 de febrero de 1984 en Apartadó, un municipio del Urabá antioqueño donde comenzó su pasión por el deporte. Ella practicó voleibol antes de dedicarse al atletismo, su primer entrenador fue Wilder Zapata, quien descubrió las habilidades que tenía para iniciarla en el salto de altura.
En esta modalidad consiguió una importante cosecha de triunfos a nivel regional y con ella participó en la prueba de salto de altura en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde no pasó de la ronda preliminar. Un año después, se presentó en el Campeonato Mundial de Atletismo en Helsinki, pero aquí el resultado fue el mismo.
Por aquel entonces la frustración de la antioqueña fue grande, al punto que estaba decidida a abandonar el atletismo luego de no conseguir el cupo a las olimpiadas de 2008 en Pekín. Gracias a una beca deportiva, pudo ingresar a estudiar enfermería en la Universidad Metropolitana de Puerto Rico.
¿Cómo fue su carrera en la enfermería?
En 2008 Caterine se mudó a Puerto Rico para estudiar enfermería, al igual que su amiga Eliceth Palacios, quien participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016. En la isla del encanto conoció al entrenador cubano Ubaldo Duany, quien sería clave para su regreso a las pistas de atletismo.
Duany estaba convencido de lo que podría lograr Caterine, así que la animó a que se enfocara en el salto triple, una disciplina que ella alternaba con el salto de altura. El cubano le devolvió la confianza que ella había perdido y mientras cursaba su carrera, se entrenaba para continuar en el atletismo.
Ella estudió enfermería porque le gusta ayudar a los demás, su amabilidad se vio reflejada en el hospital donde realizó sus prácticas, al punto que muchos pedían que “La Negrita”, como le decían cariñosamente, se quedara trabajando en ese lugar.
Caterine se graduó con honores el 12 de junio de 2013, semanas antes de competir en el Campeonato Mundial de Atletismo en Moscú, donde lograría la medalla de oro. Ya tenía una medalla de plata olímpica en su haber, la conseguida en Londres 2012 en el salto triple. Sin embargo, todavía le quedaban muchos logros por delante.
Su pasión por el deporte fue mayor, y no ejerció su carrera profesional. En entrevista con Yo José Gabriel, recordó su experiencia en la enfermería, que fue mientras hizo sus prácticas, aunque hoy en día no descarta que pueda dedicarse a ello. Eso sí, entre sus estudios también cuenta con una maestría en recreación y deportes.
En 2015 repitió el éxito en Moscú ganando una medalla de oro en la parada de atletismo en Pekín y un año más tarde vendría su consagración con el oro olímpico que alcanzó en las justas de Río 2016.
Antes de cada prueba, Caterine siempre lucía una sonrisa que demostraba su alegría y su pasión por todo lo que hace. Con esa misma sonrisa no solamente cautivó al mundo del atietismo, sino también a quienes la acompañaban en sus jornadas como practicante de enfermería.
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