Tres Ganadores del 2020

Con la última de la Vuelta a España que terminó el domingo anterior en Madrid, se puso también punto final a la temporada ciclística europea que se inició el 28 de julio con la Vuelta a Burgos y que incluyó las más importantes carreras clásicas de un día y por etapas, tanto en el ciclismo masculino como femenino.

Contra todos los pronósticos por lo complejo de su realización, el ciclismo era uno de los deportes con menores posibilidades de realizar su calendario frente al confinamiento inicial y la pandemia declarada en todo el planeta, pero una vez más se puso en movimiento el lote y consiguió llegar a París, Milano y Madrid con las tres pruebas más icónicas de este deporte (TOUR- GIRO- VUELTA). 

Hay que hacer un reconocimiento a quienes resultaron ganadores en este desafío frente al Covid19. Veamos:

En primera instancia, resulta ganador el CICLISMO como deporte y el movimiento ciclístico en general que logró demostrar ser un deporte viable -a pesar de su complejidad-, mediante la juiciosa elaboración de un protocolo de bioseguridad por parte de autoridades médicas y científicas de varios países, en coordinación con la Comisión Médica de la UCI  bajo el concepto de “burbuja”; igualmente recibió el concurso de equipos y organizadores, para presentarlo finalmente a los gobiernos de los países donde se llevaron a cabo las competencias para su aprobación final.

Ganadores resultan también los ORGANIZADORES de carreras que pusieron todo su empeño, junto a los gobiernos de sus países. En la realización de las pruebas a su cargo, arriesgaron su capital económico y político, además de su prestigio; trabajaron incansablemente con la fe y la esperanza del carbonero, confiando en que era necesario con el deporte llevar un mensaje de lucha y esperanza a la sociedad mundial; buscando no rendirse ante el enemigo y más bien enfrentarlo con total determinación, tal vez sin lograr vencerlo pero por lo menos para demostrar que no lograría paralizar al mundo.

No menos triunfadores resultan los EQUIPOS, ciclistas, staff, familias y  patrocinadores que en proporción aportaron su cuota para que las respectivas  “burbujas” fueran estrictamente respetadas y se convirtieran en blindadas e inviolables, como el pasaporte a la seguridad en cuanto al riesgo permanente de contagio, lo que finalmente resultó ser  la exitosa fórmula que permitió realizar la casi totalidad de  pruebas programadas. Se salvó así el ciclismo en este 2020 de una catástrofe económica y social de la cual tardaría muchos años en reponerse.

Y finalmente, en lo deportivo, resulta ganador el ciclista esloveno Primoz Roglic, por su formidable rendimiento en todas las competencias en las que participó, con una alta dosis de protagonismo individual y colectivo, siendo lo más notable su título como campeón nacional de su país, el subcampeonato del Tour de Francia y el bis  en la Vuelta a España, lo que permite presentarlo sin duda alguna, como EL CICLISTA DEL AÑO.

Ahora cuando las carreteras se encuentran solitarias, el ciclismo internacional en Europa se retira a sus cuarteles de invierno para preparar lo que viene y como ejemplo de lo que aún falta en países como Colombia, con la ilusión de regresar a una normalidad que hoy resulta incierta, pero en medio de la cual se ha aprendido a vivir y deberá seguir haciéndolo.