Se van los ídolos

El ciclismo mundial está de luto por estos días, pues en el lapso de 90 días murieron dos auténticos “monstruos” de este deporte en los años 60 y 70, pertenecientes a Italia y Francia, países donde el ciclismo es religión.

Se trata de Felice Gimondi y Raymond Poulidor, considerados con justicia como referentes no solo de sus naciones sino del mundo, por sus logros en las carreteras y fuera de ellas, lo que los lleva a pasar a la historia como leyendas y ejemplos imborrables de este difícil deporte.

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Felice ganó en 1964  el Tour del Porvenir y en 1965 hizo su debut como profesional  imponiéndose en el Tour de Francia por delante del francés Raymond Poulidor. En su brillante hoja de vida figuran las victorias del Giro de Italia en los años 67, 69 y 75, La Vuelta a España  en 1968,  el Campeonato del Mundo en 1973, París-Roubaix en 1966,  Milán-San Remo en 1974.

Gimondi falleció los 76 años de edad y en su mejor época fue el capitán del equipo Bianchi- Campagnolo, del cual hizo parte el astro colombiano Cochise Rodríguez; también compitió en Colombia en 1974 en el Clásico POC.

Por su parte, Raymond Poulidor, quien fuera sepultado este lunes 19 de Noviembre, falleció a la edad de 83 años. Se convirtió en el personaje más popular de Francia a pesar de que nunca ganó el Tour de Francia. Sin embargo, subió 8 veces al podio, tres veces como subcampeón y cinco en el tercer cajón, siendo Jacques Anquetil uno de sus verdugos, con el cual libró duelos históricos, así como con Eddy Merckx.
 
Poulidor  inició su carrera profesional en 1960 y la terminó en 1978, ganando  La Vuelta a España de 1964, dos clásicas, Milán-San Remo (1961) y la Flèche Wallonne (1963), más dos ediciones de la París-Niza (1972 y 1973) y el Dauphiné (1966 y 1969).

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Figuras legendarias  por sus hazañas, se hicieron dueños de una avasallante popularidad que siguió vigente con el paso del tiempo como reconocimiento a la manera de interpretar el ciclismo y la vida después de la competencia.

Gimondi, ejecutivo de la fábrica de bicicletas  Bianchi, y Poulidor, embajador del banco Credit Lyonnnais, patrocinador del Tour de Francia, mantuvieron su presencia en el mundo del ciclismo hasta sus últimos días. Por ello su desaparición deja un vacío prácticamente imposible de colmar.

Siempre que los encontré se manifestaron amables, admiradores del ciclismo y los ciclistas colombianos por lo que hoy no puedo menos que unirme al sentimiento de pesar que nos acompaña cuando un amigo se va, como dice la canción.