Rotación + Osorio = Fracaso
Su proyecto América se desmorona a pedazos y no hay quién lo salve.
Definitivamente Juan Carlos Osorio no ha podido demostrar todo lo que él dice saber con éste América de Cali modelo 2021. Cero y van dos fracasos como timonel del cuadro ‘Escarlata’: Copa Sudamericana eliminado en octavos de final ante el Atlético Paranaense y en la Copa BetPlay, en los cuartos de final, superado por su rival de patio Deportivo Cali.
Osorio, quien llegó hace varios meses a la dirección técnica del América, no ha encontrado el rumbo, y el fútbol que los hinchas desean aún no llega. Los resultados no son buenos y la preocupación a medida que transcurre el campeonato se va acrecentando.
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El discurso después de los partidos no convence y sus teorías revolucionarias no se han plasmado dentro del terreno de juego. Por el contrario, la confusión prolifera y el caos tiene al cuadro ‘escarlata’ al borde del abismo.
En el más reciente juego de la liga local, Jaguares le pasó por encima y César Torres, un técnico muy trabajador y sin tanto verso, desnudó la cantidad de falencias que ha evidenciado este América orientado por Juan Carlos Osorio.
El plantel que conformó Osorio fue armado de acuerdo a los requerimientos hechos al máximo accionista Tulio Gómez y no puede existir disculpa en cuanto a la conformación del elenco vallecaucano.
La nómina estuvo confeccionada a su criterio. Todos los jugadores nuevos, sin excepción, fueron solicitados por el entrenador y por eso él y sus asistentes deben responder con resultados, los cuales, sin duda, por ahora están lejanos al objetivo trazado desde un comienzo y que son siempre pelear arriba en la tabla.
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Hoy en día está por fuera de los ocho.
Muchos hablan y aseguran que el problema del conjunto americano es la famosa rotación, principal ‘bandera’ del técnico Osorio, pero no estoy de acuerdo.
Me parece que eso puede ser uno de los inconvenientes, pero la verdad es que voy más allá de una u otra modificación de jugadores partido a partido. Por lo que he observado, es difícil saber a qué juega el onceno vallecaucano. No hay un rumbo y eso sí es más preocupante.
A la irritable rotación con la cual muchos están o no de acuerdo, hay que añadir el mal juego que se ha visto del América durante el presente campeonato.
Los jugadores se notan muy inquietos y confundidos y al final terminan resignados por la superioridad de sus adversarios.
Osorio tiene la obligación de poner a jugar mejor a sus dirigidos e implementar todo lo que tiene como director técnico. No basta con salir a las ruedas de prensa y decir que él es el culpable.
Debe existir una verdadera autocrítica y excavar más para encontrar una verdadera solución al mal fútbol que se ha plasmado durante estas 10 fechas de la liga.
No hablo de los dos fracasos anteriormente referenciados (Copa Sudamericana y Copa BetPlay), porque sería llover sobre mojado. Lo que debe interesar es el presente, el cual la verdad, es desalentador.
La mano experta de Osorio no se ve por ningún lado, por el contrario, parece que América está siendo dirigido por una persona que quiere plasmar sus revolucionarias ideas y experimentar en plena competencia, lo cual deja mucho que desear.
Él habló de diez fechas para tener el equipo ideal, pero creo que esa promesa no la pudo cumplir.
Sus mentiras al analizar los encuentros de su equipo en la liga no lo dejan bien parado: "Siempre tenemos una idea de juego y por ahora no pienso cambiarla. Para eso llegamos, para eso nos trajeron, para elaborar juego. Esta idea es valiente, arriesgada y los rivales siempre van a tener oportunidades. Nos corresponde mejorarla y seguir creyendo en ella”.
Ese fútbol solo lo ve él y las personas que creen que después de Osorio no existe ningún otro director técnico. Ofreció ganar la Copa Libertadores y ese camino sí que está lejos. Muchos deseos, pero nada en concreto.
El divorcio entre técnico e hinchada cada día se evidencia más: de local los tropiezos se han aumentado y Osorio ha tenido que salir custodiado por la Policía y bajo la protesta desesperada de los aficionados, a quienes se les ha colmado la paciencia por la oscura imagen que ha dejado el equipo en el Pascual Guerrero.
En deuda, así de sencillo, está Osorio con los hinchas, directivos, personas que aún le creen y con él mismo. Su proyecto América se desmorona a pedazos y no hay quién lo salve. Esa es la cruda realidad de este América.
Fuente
Antena 2