Quiero ser optimista
El presupuesto del deporte para el próximo años corre serios riesgos.
Quiero ser optimista: quiero serlo frente al proyecto de presupuesto de la nación para el 2021 en el cual inicialmente se presenta una reducción cercana al 50% para el Ministerio del Deporte.
Pasar de más de 600 mil millones de pesos en el 2020 a una cifra cercana a los 430 mil millones para el próximo, es un golpe duro, muy duro, que puede significar la cancelación de varios programas del ente rector del deporte o la minimización de casi todos.
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Los resultados deportivos, los nuevos programas de éxito en el ministerio como tierra de atletas, talentos, sumados a los ya existentes (juegos intercolegiados, apoyo a deportistas, a federaciones, ciclo olímpico etc), todos tiene un costo, pero ante todo una inversión que se ve revertida en la salud de los colombianos, en satisfacción, en imagen positiva para el país ante el mundo, entre otros resultados.
El deporte es motor de desarrollo económico, generador de empleo, dinamiza otros sectores como la construcción, el transporte o el turismo por mencionar algunos.
Si el deporte se minimiza, si el deporte tiene menores opciones con la reducción de su presupuesto desde el gobierno, entonces cabe la pregunta: ¿qúe pasará con los sectores mencionados? Naturalmente pierden ese empuje que ofrece el deporte.
Y no creo que eso sea lo que quiere el gobierno.
El gobierno quiere una reactivación económica y social después de pandemia y para ello debe contar con el deporte y sus deportistas, sus eventos: apoyándolos con recursos que en ninguno de los casos será excesivo, será moderado de acuerdo a la actual circunstancia, pero nunca con una reducción como la planteada para estudio ante el congreso por parte del Ministerio de Hacienda.
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Y quiero ser optimista porque escucho a una bancada parlamentaria “del deporte” consciente y con claridad de estas situaciones, de lo que hoy es el deporte para el país. Veo a un Ministro como Ernesto Lucena que en el momento oportuno tendrá todos los argumentos para buscar más recursos en ese presupuesto general que crecerá en 15 billones y en el cual, como mínimo, en esa misma proporción de crecimiento sería lo justo con este ramo de la vida del país.
El presidente Duque creo que finalmente, en la revisión, discusiones y conciliaciones en el Congreso, hará el guiño para que el deporte no se vea castigado en sus recursos.
Ministro y presidente están del lado del deporte y ahora hay muchos más congresistas, por eso soy optimista.
La reacción de los congresistas del valle del Cauca para defender la realización del mundial de atletismo y los avales económicos del gobierno nacionales fue una buena demostración de cómo ahora se tiene mayor conciencia desde lo político por lo deportivo y en esta ocasión no será diferente.
Soy optimista y de paso creo que el sector del deporte también tendrá un pronunciamiento vital en los próximos días sobre esta situación que por ahora tiene que preocupar, generar reacciones pero con la fe puesta en que se tendrán los argumentos para voltear la torta…. Por eso es tan importante, a propósito, tener cifras claras sobre lo que es deporte para el país, no solo desde la orilla de las emociones sino de las cifras.
El deporte es mucho más que emociones; aporta al PIB y es motor de desarrollo macroeconómico, tarea en la que tienen, con urgencia, que ponerse los dirigentes del deporte. Allí han perdido el tiempo, sin duda. Y es tiempo de reivindicarse en esa asignatura de manera urgente.
Fuente
Antena 2