Nada es eterno en la vida y en el fútbol

El fútbol se estaba demorando en devolverle a Lionel Messi todo su aporte para la difusión del considerado deporte de multitudes. 

El pequeño jugador rosarino ha demostrado hasta la saciedad de qué está hecho. Sus descollantes actuaciones en el FC Barcelona, el único club de su brillante carrera y la Selección Argentina lo confirman como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, comparable con Pelé y Diego Maradona. 

A Messi le faltaba ganar un título con la casaca albiceleste y lo ha conseguido en la final de la Copa América venciendo al dueño de casa y en el mítico estadio Maracaná de Rio de Janeiro. 

La prensa argentina no dudó en calificar la hazaña como el nuevo Maracanazo, el calificativo que se le dio a la victoria de Uruguay sobre Brasil en el mundial de 1950 cuyo resultado final favoreció a La Celeste por 1-2 que terminó por silenciar a las 200 mil personas presentes en el gigantesco estadio Mario Filho aquel 16 de julio de 1950. 

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Esta vez con tribunas despobladas por la pandemia del Covid-19, El Maracaná volvió a vivir una derrota humillante que Argentina le infligía a la verdeamarela. 

El rey Messi y su corte rompieron así un antirécord que les atormentaba de 28 años sin darse el gusto de obtener un título. 

Fue una final reñida de principio a fin entre dos equipos dispuestos a dejar la piel en cada una de las acciones de juego. 

Argentina pudo romper el cero gracias a una perfecta definición de Ángel Di María que recibió un pase magistral de Rodrigo De Paul para de emboquillada superar la salida del portero Ederson y sobre los 21 minutos decretar la única anotación del duelo. 

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La fuerza grupal que implementó Lionel Scaloni con el combinado argentino ha sido la plataforma que catapultó a sus dirigidos para encumbrarse en todo lo alto del pedestal. Un líder, Messi, que supo ser protagonista para guiar a sus compañeros hasta cumplir el sueño deseado por todos. Toda la tropa al servicio de una sola consigna: salir campeones de América.  

Una vez más se certifica que por encima del colectivo no hay nada. Argentina fue un equipo de trabajo, todos aportando su talento para el bien común. Todos los jugadores convencidos por el discurso del joven entrenador Lionel Scaloni que a sus 43 años pudo conseguir lo que, en 28 años, ninguno de los diez técnicos que le antecedieron pudieron concretar.  

Siempre le quedaba faltando algo, se perdieron finales de Copa América en 2005 con Marcelo Bielsa y 2007 con Alfio Basile, ambas ante Brasil. En 2011 se hizo un discreto papel con Sergio Batista y el equipo quedó afuera en cuartos de final, luego llegarían dos finales perdidas en 2015 y 2016 frente a Chile con Gerardo Martino como técnico.  

Pero nada es eterno en la vida y en el fútbol y Argentina ha podido sacarse la mufa (mala suerte) dándose el gusto de salir campeón contra Brasil y en el Maracaná de Rio. Histórico.