Millonarios… cinco centavitos para la 16
Las lágrimas de Alberto Gamero en la rueda de prensa reflejaron la impotencia de no celebrar como quería.
Las lágrimas de Alberto Gamero en la rueda de prensa, al final del partido en donde Millonarios perdió la opción de ganar la estrella 16, reflejaron la impotencia de un técnico que no pudo celebrar como quería, un título con el equipo que siempre quiso dirigir. Tolima en 180 minutos le arrebató ese anhelo al entrenador samario.
Le faltó muy poco a Millonarios para lograr la presea, pero el fútbol no le ayudó y su rival en la final lo supo hacer mejor y, en el duelo definitivo, pese a ir perdiendo, manejó mejor la situación; se repuso a la adversidad y con una extraordinaria tarde de Juan Fernando Caicedo, le quitó en su propia casa la oportunidad de ganar una nueva estrella.
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¿Qué faltó? Es la pregunta que todos se hacen, pero que no tiene una respuesta clara y contundente. Simplemente la conclusión es que el Tolima mostró jerarquía y supo jugar la final. El 2-1 a su favor fue claro y el conjunto ‘Embajador’ nunca tuvo como descifrar lo que el cuadro ´Pijao´ le planteó durante los 90 minutos de juego.
En esta oportunidad el duelo de dos técnicos campeones, lo ganó el tolimense Hernán Torres. Muy seguro por que tenía mejores armas y sus jugadores estuvieron bien despiertos en las instancias definitivas y pese a recibir un gol en contra, nunca se desesperaron y por el contrario fueron a buscar el empate y después la victoria, aprovechando eso sí, dos desatenciones en defensa y un muy mal momento de Breiner Paz. Quien en mi opinión tuvo que ver en los dos goles de Caicedo: siempre le ganó la espalda y ‘mató’ a la hora de definir.
Gamero con muy poco, pero con un gran trabajo en la parte de las divisiones inferiores por poco logra lo que algunos no nos alcanzábamos a imaginar y era la consecución del título, con muchos jugadores provenientes de la cantera del cuadro capitalino.
Estuvo muy cerca, pero esto no fue suficiente. Millonarios se rajó a la hora de sacar sus menores argumentos. No bastó tener en la cancha a jugadores que fueron claves para llegar a la final como Christian Vargas, Elvis Perlaza, David Macalister ni al goleador Fernando Uribe, para nombrar algunos.
Los tres en mención, no son los culpables del fracaso en el juego definitivo del estadio El Campín, pero si debieron tener una mejor presencia y decir aquí estamos. No aparecieron en ese duelo clave ante el Tolima. Ellos eran los abanderados y ante la ausencia de Arango, quien por una ingenua expulsión en Ibagué no pudo estar en Bogotá, no mostraron su trayectoria y fallaron a la hora de acompañar a los de menor peso y jerarquía como los Paz, Murillo, Bertel, Vega y Ruiz, quien hizo un aporte con un golazo pero que no alcanzó para el objetivo final.
Esta derrota debe quedar como una gran lección para todo el conglomerado de la familia de Millonarios. Siempre hay que luchar hasta el final, pero en la batalla definitiva los protagonistas bajaron sus armas y no pelearon como todos esperaban. Por eso la jauría tolimense celebró y profanó la casa azul que por el tema de la covid 19 no pudo contar en esta oportunidad con la presencia del público.
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Alberto Gamero debe ponerse fuerte ante la dirigencia y exigir por lo menos tres refuerzos de peso y que ayuden a los jóvenes a conseguir el objetivo único, que sin duda alguna debe ser ganar la estrella 16, no hay otro camino distinto a la consecución del título del segundo semestre.
No puede haber conformismo y pensar que con lo que hay es suficiente. La planeación de Gamero y sus colaboradores debe tener bases fuertes, firmes y a lo que hay se debe unir mejores armas, para dar la pelea hasta el final y que no falten los cinco centavos para logar el objetivo.
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Antena 2