Menos puede ser más

Uno de los puntos de los doce que ACOLFUTPRO busca concertar con la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano y Federación Colombiana de Fútbol, es el relacionado con horarios, intervalo y tiempo de descanso entre partidos. Más allá de estar o no de acuerdo con la protesta de los agremiados, nos ocuparemos en este espacio a revisar básicamente ese punto de discordia. Basta con mirar de forma detallada la fecha 16 de la Liga Águila, jugada recientemente, en la cual no se cumplen varios temas del punto revisado.

Los horarios de los partidos atentan absolutamente con todos los intereses, hasta los económicos de los directivos. Esos horarios no le permiten a las mismas instituciones recaudar buenas taquillas, lo que indica que atentan con todo; pero todo esto se da por el afán de tener que terminar con la competición en la primera semana de diciembre, por tener un campeonato largo y desgastante.

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¿Cómo evitar tener una competencia desgastante y sin tanto apuro? este tema riñe con el pensamiento y decisión de directivos que creen que a mas partidos, mas espectadores y por ende más dinero; cosa que es un error porque están prefiriendo cantidad de partidos por calidad de fútbol. Y eso que ya está definido el canal premium dedicado única y exclusivamente a la Liga Águila como si la calidad de señal hiciera que el partido creciera también en calidad.

Si van a vender el producto, que sea bueno para que el negocio sea provechoso para todos. El buen negocio es donde ganan los dos, teniendo un cliente en el exterior satisfecho con el fútbol colombiano.

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No se les puede olvidar, a la hora de reunirse para diseñar el calendario del fútbol 2020, que tendremos Torneo Pre Olímpico entre enero y febrero, inicio en marzo de la ronda clasificatoria al mundial de Catar 2022, con jornadas en el segundo semestre. También habrá Copa América a mitad de año con epicentro en Colombia, participación de equipos en Copa Libertadores y Copa Suramericana durante todo el año. Esto obliga a que se diseñe un calendario con espacio para todos estos eventos, que de una u otra forma, interrumpen el normal desarrollo de la competición.

Es cierto que no se juega todos los miércoles; pero es inaceptable que en 52 semanas que tiene el año, los equipos que clasifican a la fase de cuadrangulares en Colombia jueguen 52 partidos. Los que disputan el título juegan 58, más los dos de Superliga, además de 14 partidos que se disputan para ganar la Copa Águila. Sin duda, demasiada competencia que atenta contra la calidad del espectáculo.