Llaneros y Unión Magdalena buscaron un beneficio mutuo
Amparados por el reglamento, Llaneros y Unión Magdalena disputaron la Gran Final de la B.
Amparados por el reglamento, Llaneros y Unión Magdalena disputaron en Villavicencio el partido de vuelta de la Final del Torneo de la B, segunda categoría, del fútbol profesional colombiano.
Buscando el beneficio de ambos, se temía que la victoria favoreciera al equipo del llano por un gol de diferencia para asegurar su ascenso a la Primera categoría por Reclasificación al sumar 91 puntos luego de haber perdido 1-0 en Santa Marta. Si Llaneros ganaba por un gol, obligaba a definir el título por lanzamientos desde el punto penal. Si el ganador era el Ciclón Bananero se coronaría campeón 2024 sin necesidad de jugar repechaje con Real Cartagena, el tercero en equipo en discordia.
Salió todo como sospechábamos. Llaneros y Unión Magdalena ascienden de categoría y la Ilusión de Real Cartagena queda postergada.
Los vencedores acomodaron los resultados para favorecerse, en detrimento de un tercero, Real Cartagena. Aquí es cuando el juego limpio es manchado totalmente, la ética futbolera se deja de lado y la moral del fútbol queda en entredicho.
Pero en un país como el nuestro en donde las componendas políticas están al orden del día, no era de extrañar que en el fútbol pasara exactamente lo mismo. A nadie le interesa porque el fútbol hace parte de una sociedad colombiana golpeada y maltrecha. Llaneros y Unión Magdalena jugaron la denominada Gran Final apegados a un reglamento que los favorecía ampliamente. El reglamento se diseñó para poder jugar con los resultados y eso fue lo que pasó.
Nunca la trampa había estado tan al orden del día. La Dimayor deberá responder por semejante dolo en el que incurrieron dos de sus clubes en perjuicio de un tercero. Le han asestado una patada al fútbol, así de sencillo.
Esperemos que sea la última vez que una reglamentación mal escrita, hecha a las volandas, permita esta clase de arreglos que lo único que hacen es hacerle perder credibilidad al fútbol.
Y para rematar con pie izquierdo, la Copa Colombia no se pudo finalizar en Cali por invasión de energúmenos a la cancha del estadio Pascual Guerrero.
Cuando faltaban escasos minutos para finalizar el partido entre América y Atlético Nacional, el árbitro tuvo que dar por terminado el juego por falta de garantías.
El verde antioqueño consigue la Copa por séptima vez, luego de vencer 3-1 a los Diablos Rojos en el juego de ida, celebrado en Medellín, y empatar 0-0 en Cali.
La despedida del ídolo americano, Gustavo Adrián Ramos, se vio empañada por la violencia de unos pocos. Ramos deja la actividad como futbolista profesional luego de una meritoria carrera de 20 años.
Fuente
Antena 2