La Santa… Fe

Ni el más optimista hincha de Independiente Santa Fe llegó a pensar que su equipo entraría en los cuadrangulares semifinales de la Liga Águila II. Más bien, rogaba para que simplemente sumara la mayor cantidad de puntos posibles y evitara que se metiera en la zona roja del descenso para 2020. Con el paso de las jornadas la situación cambió y hoy los ‘cardenales’ sellaron su tiquete dentro de los ocho mejores de Colombia.

El inicio en el presente semestre no fue el mejor. Los antiguos directivos, en cabeza de su presidente, Juan Andrés Carreño, cometieron un pecado: designar a un entrenador sin experiencia, para manejar las toldas del ‘Expreso Rojo’; situación que provocó una tremenda crisis deportiva, que lo tuvo por muchas fechas en el último lugar de la tabla de posiciones.

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A Carreño se le ocurrió, quién sabe si para pagar un favor o para qué, nombrar al colaborador por muchos años de José Pékerman en la Selección Colombia, Patricio Camps, como timonel de Independiente Santa Fe. Como era de esperarse, los resultados no fueron los mejores y quedó demostrado, con el pasar de los partidos, el tremendo error que se cometió entregándo a un desconocido técnico, la labor de dirigir a un club de la importancia del cuadro capitalino.

Carreño y Camps, dos personas no muy bien recordadas por la afición ‘santafereña’, tuvieron que pagar con sus puestos la mala gestión al frente de la institución. El barco estaba a punto de hundirse y todo parecía indicar que no había salvación, a corto plazo, para la terrible campaña que realizó hasta ese entonces.

En buena hora los dueños dieron un timonazo importante y resolvieron traer a una persona que había sido exitosa en el club años atrás, con verdadero conocimiento de lo que es la parte administrativa de un equipo profesional: Eduardo Méndez, quien regresó después de muchos años al Unión Magdalena a la categoría A.

Con nuevo presidente, Santa Fe comenzó a resurgir y lo primero que hizo fue llamar a un amigo para que le ayudara a salir de la penosa situación y con quien ya había trabajado, Harold Rivera, fue el entrenador que se eligió hasta el mes de diciembre.

Rivera, un técnico trabajador, le metió mano al plantel y con algunos cambios comenzó la gesta triunfadora, que tuvo sus frutos con la clasificación a las finales. Se puede decir que comenzó de ceros, ya que Santa Fe era último en la tabla de posiciones y el objetivo inicial era sumar y sumar la mayor cantidad de puntos, para tratar de alejarse del tema del descenso, algo que estaba consumiendo poco a poco por los malos resultados.

Cumplido ese objetivo, llegaron las victorias consecutivas y la situación cambió. Santa Fe comenzó a pensar seriamente en la opción de clasificar a los cuadrangulares, ya que su fútbol se lo estaba permitiendo y sus rivales también comenzaron a tener una caída en la tabla de posiciones.

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Otra parte fundamental en el giro importante que tuvo Santa Fe la protagonizaron los jugadores. Unos que casi no tenían la oportunidad fueron tenidos en cuenta y valorados por parte del entrenador; otros pusieron su experiencia para sacar al equipo adelante. Todo el grupo mostró más disposición, mejor comunicación con su técnico y sin duda que ésto se vio reflejado durante los partidos que afrontó el onceno ‘albirrojo’. Aplausos para ellos también, que sintieron una mejor conexión y entregaron toda su energía para brindar el cambio de mentalidad al interior del plantel.

Con los objetivos trazados y realizados, Santa Fe se alejó totalmente del tema del descenso y logró llegar a las finales. Muchos dirán que ya se cumplió, y otros, por el contrario, quieren más y es lógico, porque no se clasificó por suerte sino por el buen trabajo y desempeño futbolístico en las más recientes jornadas.

Rivera nunca se desvió de la tarea que le encomendaron inicialmente y él, más que nadie, es consciente que se le designó para trabajar con Santa Fe hasta diciembre. El resto sólo lo sabe Eduardo Méndez.

Harold Rivera no descuidó nada, todo lo valoró; su paso por Santa Fe ha sido exitoso y muy seguramente quiere seguir dando la batalla hasta el final, confiado en sus capacidades, y por qué no, pelear codo a codo el título del fútbol profesional colombiano. Talento como director técnico tiene, pero como en el fútbol y en cualquier otro deporte, no se sabe cuál será el resultado final.