La IA eligió a Pelé como El Mejor Futbolista de la Historia

A “O Rei” hay que ponerlo un escalón arriba. Fue el primer fuera de serie del fútbol desde que a los 17 años de edad irrumpió con la selección brasileña en el Mundial de Suecia 1958 para conseguir el título marcando goles decisivos al lado de Garrincha, Didí, Zagallo, Djalma Santos y Gilmar Neves para citar a los más renombrados.

Pelé dominó el panorama orbital en una época sin televisión, sin redes sociales, sin merchadising pero con gigantescos defensores rudos y malintencionados que molían a patadas, literal, a los atacantes más habilidosos, incluido Pelé.

Pero con Pelé “tacaban burro” dicen los billaristas. Porque el astuto brasileño de Tres Corazones no arrugaba. Era duro para disputar la pelota, entraba en los balones divididos como una ráfaga, sin escrúpulos, casi siempre ganaba por la fuerza que le imprimía a todas las jugadas. Le tenían miedo. Pelé se hacía a la pelota y l manejaba con ductilidad, tocaba de primera y armaba paredes que creaban zozobra permanente. Pelé pegaba y no permitía que lo tocaran en un fútbol físico con arbitrajes permisivos. Su técnica depurada, sus remates con ambos perfiles, su golpeo de cabeza marcaron una época. 

No le sobraba una pizca de grasa, era atlético, músculos de piedra. En 1970 ya con edad avanzada consiguió la tercera Copa Jules Rimet en México. Fue su mejor mundial porque lo jugó completo. En 1962 y 1966 lo molieron a patadas, literal, y tuvo que abandonar. Lo de México fue fantástico. 

Pelé hizo de todo, marcó goles de características diferentes, pases a sus compañeros milimétricos, armó jugadas y supo definirlas, estuvo imparable. Era el rey y jugó como tal. El mundo se rindió a sus pies. 

La IA ha dicho que Pelé es el Mejor de la Historia.

Diego Maradona es ubicado segundo y Lionel Messi, tercero. Los tres nos han deleitado con su juego genial. 
Diego fue un artista de imaginación inagotable.

Lio Messi está aún vigente. Estereotipo del futbolista ideal. Mal parqueado nunca lo encontraron. Buen hijo, buen hermano, papá ejemplar, esposo abnegado. El futbolista 10.

Pelé, Maradona y Messi, a los tres los vimos jugar. Afortunados somos todos quienes pudimos verlos en las gramillas del mundo.

Privilegiados somos. Pelé, Maradona, Messi, los más grandes futbolistas de todos los tiempos.