La estrella es rojiblanca

De principio a fin, la serie de dos partidos de la final de la Liga Águila resultó atractiva desde lo estético del juego y trepidante desde la intensidad y la emotividad. Hubo de lo uno y de lo otro, como para llenar la retina de los más exigentes.

Cómo se preveía, el partido en el Atanasio fue de alta exigencia para el colectivo visitante, que intentó sortear la propuesta del ‘Poderoso’ a través del juego pausado y la administración colectiva del balón. Y no lo hizo tan mal, sobre todo en el primer tiempo y un largo tramo después del gol del descuento.

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Los orientados por Julio Comesaña venían de enfrentar el partido frente a Paranaense por la final de la Copa Sudamericana, de elevado desgaste desde lo físico y mental, por eso, ex profeso plantearon el cotejo procurando desgastarse lo menos posible, regulando los esfuerzos pero sin perder la esencia y el estilo mostrado a lo largo del año futbolístico.

Mientras Medellín, a través de la potencia de Caicedo, y los felinos lances de Cano, trazó movimientos en ofensiva con la fijación de horadar la resistencia defensiva de los hombres ‘Tiburones’. Todo un compendio en fase de ataque que se alimentaba de los recursos de Ricaurte, Castrillón y Castro, con relieve en su actuación por sus goles y peligrosidad en los predios impropios.

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El DT Zambrano y sus jugadores le apostaron a la remontada, pero no se les dio. No les alcanzó. Y Junior, que había sacado la diferencia en el estadio Metropolitano, redondeó la tarea en la ciudad de la eterna primavera.

¡Felicitaciones! Porque la octava estrella del elenco barranquillero fue labrada y bordada justamente a base del fútbol que engalana los estadios. Y será recordada por la fineza de Jarlan Barrera; por la categoría de Teo; por las fintas de Luís Díaz; por la combatividad de Víctor Cantillo; por las atajadas de Viera; por el bloque de seguridad conformado por Narváez, Pico, Pérez, Gomez y Ditta; por el despliegue de los laterales Piedrahita y Fuentes; por la potencia de González, y la pimienta de Moreno... por todo eso  y más, la estrella será recordada por siempre...