José Pékerman puede ser el Parreira de la Selección Colombia
El técnico de la Selección Colombia está a tiempo de salvar al equipo de la eliminación. Aún se puede hacer un gran Mundial
En la Copa del Mundo de 1994, Brasil llegó como uno de los máximos candidatos al título, al igual que siempre ocurre, pero su juego no convencía y Carlos Alberto Parreira era discutido por la ‘torcida’ debido al poco espectáculo que proyectaba su equipo. La ‘canarinha’ llegó a Estados Unidos con Raí, hermano menor de Sócrates, como la gran figura del equipo y, aunque comenzó ganando, su juego enfadaba y no se veía cómo el ‘Scratch’ superaría a la gran Italia de Roberto Baggio, a la esplendorosa Holanda de Dennis Bergkamp o la innovadora Bulgaria de Hristo Stoichkov.
Sobre la marcha del torneo, Parreira entendió que Brasil necesitaba más equilibrio y ser más consistente con la posesión de la pelota, dejó sus caprichos a un lado y, pese a que Rai era la gran estrella y el conductor de aquel Sao Paulo dirigido por Tele Santana, que se devoró al AC Milan y al ‘Dream Team’ del Barcelona construido por Johan Cruiyff, lo sentó y le abrió espacio a Mazinho para balancear su escuadra, darle el rol protagónico de la generación de fútbol a Zinho y otorgarle definitivamente la idolatría a Romario.
Y así, ese mismo Brasil, por la expulsión de Leonardo, tras su codazo a Tab Ramos, encontró a Branco para ocupar la banda izquierda, o por la lesión de Ricardo Rocha terminó posicionando a Marcio Santos como uno de los mejores defensas del torneo y llevar a los ‘cariocas’ a quedarse con la copa. O Italia en 1990, que descubrió el poder goleador de Salvatore Schillaci en detrimento de figuras como Gianluca Vialli, Roberto Mancini y Andrea Carnevale tras un subterfugio de Azeglio Vicini.
De esa manera se construyen los grandes equipos en los mundiales, ejemplos así hay por montones, y los técnicos que no se atreven a dar un giro culminan sin alcanzar la gloria en la cita orbital. José Pékerman y la Selección Colombia han contado con suerte y tienen la oportunidad de revertir el mal comienzo ante Japón. Aún se puede clasificar y realizar una tarea histórica pasando de cuartos de final.
Lo sucedido ante Japón se puede tomar como ese accidente revelador, esa epifanía que puede iluminar al seleccionador nacional para mostrarle su once ideal; con Yerry Mina y Dávinson Sánchez juntos por la condición física de Zapata y el bajo nivel de Murillo; teniendo a Mateus Uribe y a Wilmar Barrios en el eje central del campo por la expulsión de Carlos Sánchez y la infortunada lesión de Abel Aguilar; y por último, tras el nerviosismo de Izquierdo y, ya que dejó a Cardona en la casa privilegiando sus problemas personales en contravía de lo futbolístico, nunca más dejar por fuera a Juan Fernando Quintero.
Ante Polonia no se clasificó, todavía se le debe ganar a Senegal, pero lo que sí se obtuvo ante las ‘Águilas Blancas’ fue la ilustración para nuestro técnico, para que no experimente más y se deje llevar por el talento y la eficiencia de sus dirigidos en el último partido. Para que al final, él sea nuestro Parreira y deje sus caprichos de lado por el bien de la Selección Colombia.
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Antena 2