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James Rodríguez, Selección Colombia
James Rodríguez, capitán de la Selección Colombia.
AFP

James, la ‘cereza del postre’

El colombiano sigue sin definir su futuro para la próxima temporada.

El mercado del fútbol en Europa se mueve y los clubes muestran su interés por los jugadores de su predilección. Algunos tratos se resuelven rápido y sin problemas, pero otras negociaciones tienen cortes de novela y van generando expectativas, capítulo a capítulo.

En una jugada paciente y maestra esperando que se cumplieran los tiempos de rebaja de la cláusula de Antoine Griezmann, Barcelona ofreció un movimiento sonoro al consignar 120 millones de Euros a favor del Atlético de Madrid para cumplir con la obligación de rescisión del francés, que en principio y en fecha estipulada estaba en el orden de los 200 Kilos. Obviamente que la dirigencia de los colchoneros no estuvo conforme con la operación y forzó, hasta las últimas, para detenerla, esperando sacar una mayor tajada. Entre dimes y diretes, ahora este pulso seguirá un curso jurídico en donde las partes defenderán sus verdades e intereses.

La historia de Neymar tiene tintes hollywoodenses. El brasileño, como niño consentido, tan indescifrable e inconforme, ya no quiere estar más en el PSG. Después de la Copa América, se ausentó de los entrenamientos del elenco parisino y ahora manifestó a esa dirigencia que se quiere ir y, todo indica, que su aspiración es la de regresar al Barcelona; de donde saltó de forma intempestiva en busca de ser “cabeza de ratón” en el club francés, y no “cola de león”, detrás de los estelares Messi y Suárez.

Versiones apuntan a que habrá una operación retorno a la institución Blaugrana, aunque la maniobra será más que complicada porque los cataríes, dueños del PSG, querrán recuperar una buena parte del dinero que invirtieron para contratar en su momento a la estrella sudamericana. Mientras tanto, la dirigencia Culé tratará de sacar dividendos en el propósito de Neymar.

Las chequeras abultadas consiguen en gran medida los objetivos, esa es la realidad. Así se plasma en cada negociación, en donde los intereses están por encima del corazón. Verbigracia, Nápoli que le ha apuntado a contratar a James Rodríguez, tras pedido de Carlos Ancelotti, pero el asunto no ha prosperado porque la divisa italiana no posee una caja fuerte que permita consolidar la operación.

Real Madrid tasó al jugador colombiano en 42 millones de euros que Nápoli no tiene disponibles en su totalidad para el desembolso. Afortunadamente, James tiene mercado, y ahora, ha salido otro oferente, el Atlético de Madrid; que muestra interés y la solvencia financiera para cerrar el negocio, incluso superando la cifra que los italianos no pueden pagar de un tajo.

Ancelotti ya dispuso de James en el Madrid y el Bayern Múnich y ahora mete todas sus fichas para que la dirigencia napolitana lo contrate, pero el tema se distancia por el vil metal. Aunque, en mi opinión, para el “10” colombiano sería mejor que llegara a una escuadra cimentada y altamente competente como la que dirige Diego Simeone; en donde el talento de James sería apreciado y potenciado por los esquemas solidarios que allí se implementan. Sería “la cereza del postre” que necesita el juego del Atlético.

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