Fútbol descolorido
La verdad, el invicto del Junior es un sofisma. Las formas agradables en la cancha ya no se aprecian.
A Junior el juego atrayente y efectivo se le esfumó. En el presente solamente queda el recuerdo de aquellas expresiones coloridas y de buen fútbol. La confusión es palpable, latente; por parte de los jugadores y del técnico Luis Fernando Suárez. Parece ser que el impacto emocional de las cuatro derrotas sufridas en Copa Libertadores hizo mella y aún no han asimilado ni se han sacado el fuerte golpe. Además, parece ser que el síndrome del No Gol padecido en Copa se hubiera trasladado a la competencia doméstica.
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La verdad, el invicto de Suárez y sus muchachos es un sofisma. Las formas agradables de la exposición futbolística en la cancha ya no se aprecian; la versatilidad con la pelota no se ve y los recursos ofensivos, son limitados. Lo que ha quedado es una exposición monótona y mono-rítmica en el andar en fase ofensiva. La velocidad de propulsión en zona adyacente al área rival no se aplica; y quienes deberían ser los encargados de estos menesteres desequilibrantes, Luis Díaz e Hinestroza, perdieron confianza y la fineza para realizar estos movimientos; sobre todo Díaz, quien refleja un bajón en su producción luego de regresar de la gira con la selección colombiana de fútbol.
El juego, sin sorpresa y previsible, resulta de fácil control para los esquemas rivales, como así se vio en el reciente partido como local frente a Deportivo Pasto. Alexis García montó una madeja defensiva que la estrategia de Junior no supo superar, tanto así que el primer acercamiento que hubo fue a través de un remate de media distancia, de Gabriel Fuentes, cuando ya habían transcurrido los primeros 30 minutos.
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En lectura y toma de decisiones, el desconcierto de Suárez es evidente: mientras Teo era consumido vorazmente por los defensores pastusos, por su juego dinámico, el entrenador no tomó la decisión de cambiarlo y prefirió mantenerlo a pesar de su improductividad.
Por ahora, once empates en Liga, seis de ellos de forma consecutiva, y 289 minutos sin celebrar un gol, deja mucho que desear de una plantilla lujosa, que hace rato debió sentenciar su clasificación en el certamen doméstico.
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Antena 2