El clásico de parejo no tuvo nada

Antes del clásico se decía que sería muy parejo y disputado. Ni lo uno, ni lo otro. De parejo no tuvo nada porque desde el comienzo hasta el final fue dominado por Millonarios que terminó ganando 2-0 aunque, en juego, fue infinitamente superior a un Santa Fe disperso y dubitativo.

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Y de disputado tampoco tuvo nada porque Santa Fe lo menos que hizo fue competir borrando de un plumazo las actuaciones recientes que lo llevaron a sumar quince puntos para meterse segundo de la tabla. Esta vez lo del León fue pobre.

Alfredo Arias, técnico de Santa Fe, tuvo que ver mucho en el desajuste del equipo, al cambiar tres jugadores de la formación titular(José Manuel Aja, Andrey Estupiñan y Wilson Morelo) por (Kevin Mantilla, José Enamorado y Jeferson Rivas).

El uruguayo buscaba seguramente sorprender al contrario, de entrada denunciaba que buscaba esperar y contraatacar algo que, en la práctica, no se le dio. Su equipo fue un hibrido, se defendió mal y pocas veces utilizó la contra.

A Arias no le salió nada en lo táctico-estratégico y, para colmo, fue expulsado por el árbitro Wilmar Roldán por interferir un balón que había salido el campo de juego y se aprestaba a ser reanudado por Millonarios, al margen de un reclamo airado al referee internacional.

Menos mal que no fue una noche estelar de Millos al que le faltó la brillantez individual de otros partidos porque de lo contrario, con la floja actuación de su oponente, el marcador final pudo ser catastrófico.

El aporte de Daniel Ruiz prácticamente no existió, se le vio equivocado al juvenil mediocampista; el capitán David Silva tampoco estuvo en su mejor noche y Luis Carlos Ruiz, peleado con la pelota. Del mediocampo azul, sobresalieron Larry Vásquez y, en especial, Juan Carlos Pereira.

En los primeros minutos, los azules llegaban por todos lados y en un par de ocasiones, Leandro Castellanos, evitó igual número de contrastes para su portería.

El Diablito, Carlos Andrés Gómez, hacia trizas a la defensa roja a la que atravesaba como una ráfaga. El nacido en Quibdó, Chocó, se erigió en la figura de la cancha.

El Diablito inició y finalizó la jugada del primer gol al interceptar el balón, tocar a Juan Carlos Pereira y picar a manera de centrodelantero para buscar el pase milimétrico del samario que supo resolver con toque certero abajo a la salida de Castellanos.

Y en el segundo, recibió un pase largo de José Cuenú, eludió a Castellanos y remató con portería vacía para dibujar su doblete en El Campin, repleto de hinchas azules que festejaron ruidosamente la victoria 121 de Millonarios en 307 clásicos capitalinos.

El equipo de Gamero sigue líder invicto luego de diez fechas, con el ataque más goleador y la valla menos vencida. Ganó el clásico y goza de buena salud. La hinchada está de plácemes.

Pereira y Once Caldas empataron en uno el denominado clásico cafetero de escasa lucidez.

En Santa Marta, Unión Magdalena le volvió a ganarle al poderoso Junior para seguir trepado en el segundo lugar de la tabla de posiciones y zafar parcialmente del descenso en una actuación notable de la mano del técnico argentino, Claudio Rodríguez.

Medellín hacia cuatro años no le ganaba el clásico a Nacional y en la tarde del domingo se dio el lujo de meterle cuatro goles, el primero antes del primer minuto de juego, exactamente a los 35 segundos. Apelando al amor propio, el verde pudo descontar hasta ponerse 4-3.

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En el clásico vallecaucano, América sigue en alza, venció 1-0 al Deportivo Cali con gol de cabeza de Alejandro Gabriel Quintana para la alegría del Pascual Guerrero repleto de hinchas escarlatas que agotaron la boletería.

Millonarios con 24 puntos continúa en la cima, Unión Magdalena arriba a 18 y América, con un partido menos, aparece tercero con 17 unidades.