El 2020, para no olvidar

Todos estábamos programados para un 2020 sensacional en lo deportivo, con una agenda casi que desbordada, llena de súper eventos dentro y fuera del país.

La Copa América, la eliminatoria mundialista, los juegos olímpicos, el mundial de patinaje, el Tour Colombia, la Media Maratón de Bogotá, las grandes del ciclismo mundial (Giro, Tour y Vuelta) en las que la ratificación del prestigio del ciclismo colombiano a nivel mundial se ponía a prueba con opciones de gran suceso.

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En Colombia, el deporte se vive con mucha intensidad no solo en los eventos en los cuales estamos compitiendo, sino en todas las grandes citas como la Champions, o la Eurocopa, los grand slam de tenis  o la Fórmula 1; hoy somos deporte puro sin duda, gracias a las comunicaciones y nuestros deportistas que día a día nos dejan más y más grandes resultados y satisfacciones.

Y arrancamos llenos de buenas noticias con Nairo ganador, un Tour Colombia enorme o el coliseo el Salitre lleno para ver a nuestra selección femenina de voleibol, ofreciendo un gran espectáculo; además, unos juegos olímpicos de la juventud históricos con la primera medalla de plata entregada por parte del juvenil Diego Amaya en Suiza: todo color de rosa hasta el día en que nos encerró el covid 19.

Y esto nos cambió todo. Todo es todo.

Esta difícil situación de la pandemia que ha hecho que se cancelen o aplacen eventos, que nuestros deportistas paren su preparación y que estemos solo pensando en la salud, nos deja, como seres humanos, una fragilidad enorme. Nos deja muchas reflexiones y un cambio total a futuro inmediato.

Hoy todos pensamos en cómo “salvarnos” de este mal, cómo ”cuidarnos” y cuidar a nuestras familias, sin ni siquiera tener muchas opciones de pensar que pasará mañana. Pero no todo está acabado, está parado, y tendremos que volver a poner en marcha con toda nuestra fuerza no solo al deporte, tenemos que disponer toda nuestra energía, esta es una lesión de vida que nos tiene que revitalizar.

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En medio de este cambio no programado, en medio de esta dura realidad, tenemos que tener la certeza de que nos debemos reinventar y saber que el mundo será otro con un antes y un después del covid19.

Por eso hoy pensar o hacer cálculos de lo que se pierde o se gane por la cancelación o aplazamiento de un evento, por la para de nuestros deportistas, no será el mejor punto de partida. Hay que saber que todos estamos perdiendo, que nuestras economías serán otras, que los presupuestos no serán los mismos (al menos por un tiempo mientras se recompone todo) y tendremos que pensar diferente, siendo solidarios y entendiendo realidades nacionales regionales y hasta universales.

Esto nos toca a todos y todos debemos aportar en su debida proporción en la recuperación, que ojalá sea pronto. Lo que nos está pasando no lo tenía programado nadie, fue una sorpresa que nos obligará a repensar, a reprogramar y a volvernos más solidarios, más humanos.

Los ajustes en la programación de los próximos calendarios y el reacomodo en la preparación deportiva deberá tener el entendimiento de todos.

Por hora cuidémonos, quedémonos en casa y acatemos los llamados de nuestros gobiernos para entrar en una disciplina por el bien de la humanidad, por el bien común, por el bien familiar y personal. De esta salimos entre y retomaremos un mejor camino social, familiar y hasta personal.