Dos ignorados terminaron en Santa Fe
Maicol Balanta y Fabián Sambueza, dos historias parecidas.
En el suroccidente colombiano hay dos poblaciones con el mismo nombre: Quinamayó. La primera es Quinamayó, cerca a Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca.
La otra es Quinamayó, vecina a Jamundí, en el departamento del Valle del Cauca. Aquí nació Maicol Balanta (29), extremo del sorprendente Santa Fe que de ser último en la tabla de posiciones, enhebró once partidos sin perder hasta meterse entre los ocho primeros.
Dos jugadores descollaron en un equipo que prioriza lo colectivo por encima de las individualidades. Balanta y Fabián Sambueza (31), centrocampista argentino que luce magistral en cada una de sus intervenciones.
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Quienes conocieron a Balanta en el 2011, cuando comenzaba en Universitario Popayán, aseguran que el de ahora "no es ni la mitad" del que actuaba en el equipo de ‘don Hernando Ángel’, quien lo sacó de su pueblo natal para llevarlo a Boca Juniors de Cali, en donde el chico era una gacela. "Jugaba demasiado", enfatizan, pero era díscolo y provocador.
"Con su vocecita aflautada le decía al técnico que no iba a entrenar porque necesitaba irse al pueblo. No volvía sino despues de dos días, entrenaba y al otro dia el equipo viajaba a competir. Maicol era una mamacita", como definen en la jerga futbolera a los jugadores incontrolables como él.
Tiene la particularidad que los técnicos se enamoran de su juego. Flabio Torres siempre lo quizo tener en Pasto, el ‘Abuelo Cruz’ lo mimaba, en Junior y Tolima le aguantaba al máximo hasta que se peleó con Gabriel Camargo, oportunidad aprovechada por Juan Andrés Carreño para traerlo a Santa Fe por encima de la opinión del entonces técnico, Patricio Camps, que no lo tenía en sus planes y prefería a Hansel Zapata.
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En Santa Fe tiene su última oportunidad para alcanzar el éxito. Cuenta con el respaldo del técnico Harold Rivera, quien lo hace sentir importante y le ha devuelto el autoestima.
Maicol Balanta parece haber sentado cabeza. Casado y con una hija, por fin se ha dedicado a lo suyo y con creces responde a las expectativas.
El talento de Maicol ha despertado el interés del mismisimo seleccionador nacional Carlos Queiroz, que estuvo en la tribuna del Campín en el clásico Millonarios-Santa Fe, y que vio la noche fantástica del delantero, anotando doblete y siendo pase-gol dos veces.
Por su parte, el ‘chino’ Sambueza jugó en equipos menores del interior argentino hasta que en 2014 hizo parte del Temperley que, luego de 27 año,s regresaba a primera división, mientras su hermano mayor, Rubens, triunfaba en el fútbol mexicano.
En 2016 fue transferido al Deportivo Cali. Rápidamente encontró su lugar. Por sus características de juego, el ‘Pecoso’ Castro lo definió como "una mezcla de Jairo Arboleda y Arley Betancourt". Elogioso comentario que hacía referencia a dos hijos de la tierra, todavía recordados por la fanaticada caleña.
En 2018 se fue con el pase en la mano al Junior de Barranquilla en donde consiguió tres títulos: Liga Águila 2019 II, Superliga 2019 y Liga Aguila 2019 I. A mitad de año se encontró con la sorpresa de que su puesto estaba ocupado en el tiburón a pesar de ser jugador fundamental en el título con goles decisivos.
Volvió entonces a aparecer Juan Andrés Carreño para tocarle el orgullo y poderlo fichar en Santa Fe. "Me voy de inmediato", respondió herido en su amor propio, el jugador nacido en Neuquén hace 31 años.
Maicol Balanta y Fabián Sambueza, dos historias parecidas. Ignorados en junio por Tolima y Junior, respectivamente, ahora son figuras reconocidas de Santa Fe. El fútbol tan generoso les brinda la oportunidad de triunfar en Bogotá.
Fuente
Antena 2