Daniel Galán, de Bucaramanga para el mundo

El bumangués, criado en Bogotá, Daniel Galán ganó su primer título en la categoría Challenger al quedarse en San Benedetto, Italia, con el título de campeón. Con los puntos obtenidos ascendió hasta el puesto 166 que ocupa esta semana en el escalafón ATP, nada mal para el tenista de 22 años que cada día crece más en su tenis.

En Galán están cifradas las esperanzas del futuro a corto plazo del tenis colombiano en sencillos masculino. Por un lado, pertenece a una familia de tenistas consagrada a este deporte que le ha sabido inculcar los valores necesarios para encarar el difícil camino a la gloria. 

Tiene los pies sobre la tierra, la suya ha sido una carrera sin afanes, hasta hace poco tiempo se le veía compitiendo en torneos locales en Bogotá. Tuvo paciencia, no se obligó a ser uno de los mejores juniors del mundo. Esa misma paciencia es su gran virtud en la cancha. Sabe trabajar los puntos sin desesperarse, es poco expresivo, lo cual se convierte en una ventaja a la hora de hacer notar el  lenguaje corporal que puede dar o no pistas a su rival y ha aprendido a encarar los momentos difíciles de los partidos con gran madurez. 

La semana pasada sorteó todos los juegos (o en tres sets) o teniendo que disputar desempates que se definieron a su favor.
En la cancha sabe aprovechar sus casi dos metros de estatura (1.91) para empezar agresivo los puntos con su saque. Nunca hemos contado con un tenista colombiano que se destaque por su saque y esta parece será la ilustre excepción. Una de sus grandes virtudes está en su capacidad para sorprender al pasar de defensa a ataque desde el fondo de la cancha, esconde muy bien sus intenciones y su revés a dos manos hace daño cuando más se necesita, esto es cuando lo atacan. Se mueve bien en el fondo de la cancha y tiene alguna oportunidad de mejora cuando de ir a la red se trata. Su tamaño le podría dar grandes ventajas en este apartado. 

En tiempos en que Federer, Nadal y Dojokovic siguen gobernando el circuito después de los 30 años y en donde los de la 'Next Gen' no encuentran la regularidad que se espera gracias a la promoción que les han hecho para tomar la posta de los grandes, vale la pena tener en cuenta a Galán, un joven que ha hecho el recorrido de manera heterodoxa, a su ritmo y que cada día se acerca más al top 100.

No sé hasta dónde pueda llegar, eso solamente lo dirá el tiempo y su capacidad para tragar veneno. Lo cierto es que Daniel Galán es la única carta de presentación del tenis colombiano hoy por hoy y de cara al futuro. Hay razones para creer que pueda mejorar lo hecho por Falla y Giraldo, que no fue poca cosa.