Chicó cobró por ventanilla el exceso de confianza de Millonarios

No es que Millonarios haya comprometido su opción de llegar a la final de la liga, pero luego de perder en Tunja el sabor no es el mismo. Hay maneras de perder y ese es precisamente el dilema.

Ganaba bien 0-1 con el bonito gol de cabeza del juvenil Alex Moreno, relevo del lesionado Andrés Llinás. Y Chicó le dio la vuelta al resultado en un abrir y cerrar de ojos. El bravo equipo boyacense simplemente cobró por ventanilla la excesiva confianza de los azules vestidos de blanco. Una confianza rayana con la subestimación.

El gol de Millos fue a los 51 minutos y el partido lo manejaba sin contratiempos. Controlaba el juego y seguía atacando buscando el segundo. La tribuna atestada de hinchas bogotanos era todo un jolgorio.

Hasta que un pase de Sebastián Támara puso mano a mano a Wilmar Cruz que pasó por entre los centrales y, cayéndose, alcanzó a empujar la pelota que se le escapaba. Montero no atinó a nada para el empate a los 64 minutos.

Ahí apareció el temple del local y en tres minutos pasó a ganar el partido en un centro del lateral Delvin Alfonso, que Montero despejó hacia el centro del área por donde venía entrando Angelo Peña que, con porteria de frente, puso a ganar a su equipo.

El estadio La Independencia se silenció y de ahí en adelante la confusión se apoderó del ambiente.

Gamero movió el banco pero fue imposible alterar el 2-1. Boyacá-Chicó mantuvo su invicto como local, el cual le permite mantener una remota esperanza de llegar a la final.

Millonarios sigue dependiendo de sí mismo, está a un punto de clasificarse finalista, solo que ahora no podrá permitirse los errores que viene cometiendo en las instancias decisivas. Un síndrome que no lo ha dejado coronarse campeón desde 2017.