A Juan Carlos Osorio no hay que dejarlo ir, ¡es nuestro!

Incomprendido y criticado, Juan Carlos Osorio continúa apaciguando señalamientos sobre su labor con la Selección de México. La hazaña del combinado ‘azteca’ ante Alemania en Rusia 2018, bajo las órdenes del colombiano, le ha dado la vuelta al mundo y lo ha puesto en un sitial de prestigio internacional más alto del que ya tenía.

En México ya le demostraron su animadversión y es evidente que no gustan de los profesionales originarios, más allá de la frontera con Guatemala; abiertamente, el ídolo nacional, Hugo Sánchez, ha manifestado que “México no puede tener un técnico colombiano”, y lo más seguro es que, suceda lo que suceda, Osorio no seguirá con la escuadra norteamericana.

Probablemente, al culminar la Copa del Mundo,  Osorio esté abierto a escuchar ofertas, pero la primera que debería recibir tendría que ser la de la Federación Colombiana de Fútbol, si José Pékerman no continúa. Sería inadmisible que, ante la firma de Reinaldo Rueda con Chile, no sea Juan Carlos Osorio la primera opción para sustituir al técnico argentino.

Desde la eliminación en cuartos de final de Brasil 2014, Pékerman estuvo indeciso para renovar con la ‘Tricolor’ y solo una actuación sobrenatural en Rusia mantendría al actual seleccionador al mando del combinado nacional.

Es hora de que la afición colombiana se adapte a un modelo de juego más versátil, de mayor trabajo, con una exigencia más alta y una preparación de élite europea.

Con Juan Carlos Osorio se aprovecharía de mejor forma la materia prima que Colombia tiene en sus jugadores, el cambio de mentalidad sería evidente y se mantendría la valentía en la alta competencia, ante los grandes, en las citas más importantes y no solo en los amistosos.

Colombia tiene un material futbolístico que Juan Carlos Osorio explotaría de manera polifuncional; el risaraldense no se ata a un solo esquema, por el contrario, cambia según el rival y las características de los jugadores. Osorio observa, estudia y prepara cada partido como un nuevo desafío y les brinda oportunidad a los mejores futbolistas que tenga a su disposición, sin apelar a las conveniencias de su empresario o a paternalismos superfluos.

Es un técnico que no tiene misterios para hablar de fútbol, no se esconde y sobre su espalda acostumbra llevar el peso de las críticas, sin que ello lo condicione para la planificación de los compromisos; así lo demostró en Atlético Nacional, Sao Paulo y, ahora, con la Selección de México.

Es el momento, es hora de apuntarle a un espíritu ganador de cara a Catar 2022, a pensar en un proyecto a largo plazo que no vea inalcanzable competir con las más alta estirpe del orbe; es el instante perfecto para dar un salto de calidad futbolística en nuestro seleccionado.

Yo quiero ver una Selección Colombia presionando alto, haciendo marcajes cuando se tiene la posesión de la pelota, desarrollando transiciones rápidas, de defensa a ataque, precisas y concluyentes; quiero ver un fútbol dinámico y versátil.

Juan Carlos Osorio es nuestro, es colombiano; él conoce el medio, fue campeón aquí, pero además está impregnado de una cultura futbolística de vanguardia, del primer mundo. ¿Qué mejor maridaje? ¿Qué mejor hibridación de conceptos? Reitero, es nuestro. ¡Aprovechémoslo!