Tres razones que hacen especial el Gran Premio de Mónaco

Decir Mónaco es pensar, de inmediato, de uno de los eventos automovilísticos más importantes de la temporada. El Gran Premio que se lleva a cabo en el Principado se roba las miradas de pilotos, equipos y de aficionados. 

No hay duda que la carrera monegasca tiene un matiz por todo lo que significa. Básicamente, y sin exagerar, es la graduación de aquel corredor que quiere titularse como figura de la Fórmula 1. Sin esa victoria, todo es más difícil. 

La dificultad en pista: independiente de otros factores, el circuito callejero de Mónaco cuenta con una dificultad única. No se permiten errores ni despistes. Debe haber concentración a pleno si se quiere conseguir el resultado esperado.

Glamour: ganar en Mónaco es darle estilo a una victoria que por otro lado se limitaría a lo netamente deportivo. En el Principado es diferente, mirando el decorado del circuito, las personalidades que asisten y hasta la Premiación, la cual se celebra con la presencia de los príncipes de Mónaco. 

La historia: poner el nombre entre los ganadores, es incluirse en una lista selecta de pilotos que ha hecho historia en la Fórmula 1. Desde Ayrton Senna hasta Michael Schumacher, la selección de ganadores en el Principado es más que exclusiva.