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Novena de Navidad, día 5
Novena de Navidad, día 5
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[EMBARGADA] Novena de Navidad completa; día 5: 20 de diciembre 2024

Este viernes 20 de diciembre se vivirá el quinto día de las novenas de Navidad.

La Novena de Navidad es una tradición religiosa que se celebra durante los nueve días previos a la Navidad. Cada día incluye oraciones específicas y reflexiones dedicadas al Niño Jesús, la Virgen María y San José, además de cantos conocidos como "Gozos". A continuación, se detalla el contenido correspondiente al día dos:

ORDEN DE LA NOVENA

  1. Oración inicial de todos los días
  2. Oración a la Santísima Virgen
  3. Oración a San José
  4. Consideración del día (en este caso, del segundo día)
  5. Los Gozos
  6. Oración al Niño Jesús

ORACIÓN INICIAL (DE TODOS LOS DÍAS)

Para comenzar la Novena
¡Benignísimo Dios de infinita caridad!
Que tanto amasteis a los hombres
Que les disteis en vuestro Hijo
La mejor prenda de vuestro amor,
Para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen,
Naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio.
Yo, en nombre de todos los mortales,
Os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él, os ofrezco la pobreza, humildad
Y demás virtudes de vuestro Hijo humanado,
Suplicándoos por sus divinos méritos,
Por las incomodidades con que nació
Y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre,
Que dispongáis nuestros corazones
Con humildad profunda,
Con amor encendido,
Con total desprecio de todo lo terreno,
Para que el recién nacido Jesús
Tenga en ellos su cuna y more eternamente.
Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN

Soberana María,
Que por vuestras grandes virtudes
Y especialmente por vuestra humildad
Merecisteis que todo un Dios os escogiera por madre suya,
Os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma
Y la de todos los que en este tiempo hagan esta Novena
Para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
Oh dulcísima Madre,
Comunicadme algo del profundo recogimiento
Y divina ternura con la que le aguardasteis,
Para que nos hagáis menos indignos de verle,
Amarle y adorarle por toda la eternidad.
Amén.

Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

Oh Santísimo José,
Esposo de María y padre adoptivo de Jesús.
Infinitas gracias doy a Dios
Porque os escogió para tan altos ministerios
Y os adornó con todos los dones proporcionados
A tan excelente grandeza.
Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño,
Que me asistáis en esta Novena y siempre,
Para que logre el fruto que deseo,
En honor y gloria de Dios y del bien de mi alma.
Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

CONSIDERACIÓN DEL QUINTO DÍA

Ya hemos visto la vida que llevaba el Niño Jesús en el seno de su purísima Madre; veamos hoy toda la vida que llevaba también María durante el mismo espacio de tiempo. Necesidad hoy de que no tengamos en ella si queremos comprender, en cuanto es posible a nuestra limitada capacidad, los sublimes misterios de la encarnación y e l modo como hemos de corresponder a ellos.

María no cesaba de aspirar por el momento en que gozaría de esa visión beatifica terrestre; la faz de Dios encarnado. Estaba a punto de ver aquella faz humana que debía iluminar el cielo durante toda la eternidad, Iba a leer el amor filial en aquellos mismos ojos cuyos rayos deberían esparcir para siempre la felicidad en millones de elegidos. Iba a ver aquel rostro todos los días, a todas horas, cada instante, durante muchos años. Iba a verle en la ignorancia aparente de la infancia, en los encantos particulares de la juventud y en la serenidad reflexiva de la edad madura... Haría todo lo que quisiese de aquella faz divina; podría estrecharla contra la suya con toda la libertad del amor materno; cubrir de besos los labios que deberían pronunciar la sentencia a todos los hombres; contemplarla a su gusto durante su sueño o despierta, hasta que la hubiese aprendido de memoria...¡cuán ardientemente deseaba ese día!.

Tal era la expectativa de María...era inaudita en sí misma, mas no por eso dejaba de ser el tipo magnífico de toda la vida cristiana. No nos contentemos con admirar a Jesús residiendo en María, sino por esencia, potencia y presencia.

Sí, Jesús nace continuamente en nosotros y de nosotros, por las buenas obras que nos hace capaces de cumplir y por nuestra cooperación a la gracia; de manera que el alma del que se halla en gracia es un seno perpetuo de María, un Belén interior sin fin. Después de la comunión Jesús habita en nosotros, durante algunos instantes, real y sustancialmente como Dios y como hombre, porque el mismo Niño que estaba en María está también en el Santísimo Sacramento. ¿Qué es todo esto sino una participación de la vida de María durante esos maravillosos meses, y una expectativa llena de delicias como la suya.

LOS GOZOS

Los Gozos son un conjunto de versos cantados o recitados en los que se celebra el nacimiento de Jesús. Cada estrofa incluye una invocación al Niño Jesús, seguida por un estribillo común:

Estribillo común:
Dulce Jesús mío, mi niño adorado,
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

- Oh sapiencia suma del Dios soberano, que a nivel de un niño te hayas rebajado. Oh Divino infante, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios.

Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven, no tardes tanto!

- Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, Tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias, siempre recordemos que nos has salvado.

Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almás! ¡Ven, no tardes tanto!

- Oh lumbre de oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.

Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

- Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, de Israel anhelo, Pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca ya el cordero manso.

Dulce Jesús, mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

- Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios humanado; luce hermosa estrella, brota flor del campo.

Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

- Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados, el gran compromiso del amor cristiano.

Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

- Del débil auxilio, del doliente amparo; consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado; mi constante amigo, mi divino hermano.

Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

- Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto.

Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

- haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más.

Dulce Jesús mío, mi Niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS

Para concluir la Novena
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!,
Que dijisteis a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento,
Y en persona suya a todos vuestros devotos:
"Esta es la prueba de mi amor, que todo lo que pidáis en mi Nombre, os lo concederá mi Padre".
Llenos de confianza en vuestra promesa,
Acudimos a Vos, oh Divino Niño.
Os consagramos nuestro corazón y todo nuestro ser,
Para que nuestra oración sea digna de ser escuchada.
Amén.

Este es el desarrollo correspondiente al quinto día de la Novena de Navidad, que se realiza con devoción y constancia hasta el 24 de diciembre.

Fuente
Antena 2
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