PGA Tour estima medidas para el regreso de la competencia en junio

Las pruebas regulares de coronavirus y la toma diaria de temperatura serán parte del plan seguridad del circuito PGA estadounidense cuando retome las actividades en junio, según informaron medios el miércoles. Golf Channel, Golfweek y ESPN reportaron detalles del plan, que se espera que sea hecho público por el circuito el miércoles, después de obtener copias de un memorándum de 37 páginas enviado a los jugadores.

Los tests de COVID-19 incluirían hisopos nasales y exámenes de saliva. Los jugadores y caddies también se realizarían una prueba de detección previa al viaje al lugar del torneo, a la llegada al alojamiento, y luego afrontarían cuestionarios diarios sobre su salud y controles de temperatura antes de competir. Si la temperatura de un jugador está por encima de los 38 grados centígrados (100,4 Fahrenheit) cualquier día, es probable que se le pide una prueba de coronavirus.

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Se espera que las pruebas nasales requieran de uno o dos días para obtener resultados, en los que los golfistas podrían practicar y jugar siguiendo los protocolos de distanciamiento físico, aunque no se les permitiría acceder a otras instalaciones. Cualquier jugador que dé positivo en las pruebas del virus debe ponerse inmediatamente en cuarentena durante 10 días. Si un jugador diera positivo después de hacer el corte de 36 hoyos, se le pagaría el premio correspondiente al último posicionado.

"Al implementar nuestro plan de tests, no lo haremos de una manera que le quite pruebas y recursos médicos a las comunidades en las que jugamos", según el plan de la PGA. El circuito planea regresar el 11 de junio, después de tres meses de suspensión, en el torneo Charles Schwab Challenge de Fort Worth (estado de Texas), sin espectadores. Brooks Koepka, cuatro veces ganador de Grand Slams, confirmó su participación en el evento.

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Al menos otros tres torneos: Heritage, Travelers Championship y Rocket Mortgage Championship, se jugarán sin espectadores. La PGA restringirá el acceso en las áreas de jugadores y caddies y en las sedes de los clubes a aquellos que hayan superado los tests, sin que se permita la presencia de las familias.

El circuito proporcionará mascarillas, toallas desinfectantes y cubrirá los gastos de las pruebas para los jugadores, caddies y personal esencial. Un vuelo chárter contratado por la PGA desplazará a los jugadores y caddies entre los torneos, pero éstos deberán someterse a tests dentro de las 24 horas previas a la salida y solo podrán viajar quienes den negativo.

"Aunque creemos que hemos creado un plan de salud y seguridad muy completo, no jugaremos si no sentimos que podemos proporcionar un entorno seguro y saludable para todos los componentes", dice el memorándum, según ESPN.