Tres lecciones que dejó el mundial de atletismo pensando en Catar 2022

Baja afluencia de espectadores en algunas de las sesiones y un calor extremo que dificultó la práctica deportiva en las pruebas en carretera: el Mundial de atletismo de Doha pone fin este domingo a un evento de gran amplitud, casi un ensayo antes de la gran cita del fútbol en el emirato en 2022.

El atletismo tuvo diez días convulsos que obligan a extraer enseñanzas para el éxito del Mundial de fútbol, el gran reto organizativo para Catar.

- ¿Dónde está el público? 

Entre las imágenes del Mundial de atletismo de este 2019 estarán sin duda las gradas con sectores sin público en las pruebas reina, los 100 metros masculinos y femenino.

La cuestión de la afluencia del público había generado una gran preocupación antes del inicio de la competición y los temores estaban justificados. El poco público algunos días en el Khalifa Stadium, un recinto con capacidad para 46.000 personas, fue uno de los puntos débiles de este Mundial.

Para atenuar el impacto televisivo, en las partes superiores del estadio se colocaron enormes lonas.

El Comité de Organización justificó este problema por la "programación de las finales al final de la noche por imperativos televisivos", así como por el bloqueo diplomático y económico que sufre Catar por parte de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto, debido a sus lazos con Irán, potencia regional rival de los sauditas, y por apoyar a grupos islamistas radicales, algo que Doha niega de plano.

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Las últimos días del Mundial, en los que se repartieron además entradas gratuitas, tuvieron una sensible mejoría en la cuestión de la afluencia, sobre todo el viernes, día de descanso semanal en Catar y en el que la estrella local Mutaz Essa Barshim disputaba la final del salto alto, que terminó ganando.

Según Simon Chadwich, profesor de la Universidad de Salford (Reino Unido) y especialista en Catar, lo esencial para el emirato era demostrar su capacidad de ser "visible e importante", pese a las tensiones con sus vecinos.

- Calor sofocante 

Las temperaturas extremas registradas en el emirato (más de 40 grados centígrados durante el día, más de 30 por la noche y jornadas con 75% de humedad) provocaron algunas de las imágenes más dañinas para este Mundial, especialmente en el maratón femenino.

En el estadio Khalifa hubo un sistema de refrigeración que hizo las condiciones perfectamente soportables para los atletas, pero las pruebas de maratón y marcha son fuera del estadio.

Hubo récords de abandonos en algunas pruebas (28 de las 68 participantes no terminaron el maratón femenino, 14 de 46 no cruzaron la meta en los 50 kilómetros marcha masculinos), a pesar de que las carreras se programaron en la medianoche local para bajar el termómetro y de que se multiplicaron los puestos de hidratación a lo largo del recorrido.

"Tenemos instalaciones médicas que no creo haber visto antes en ningún Mundial ni Juegos Olímpicos. Me sorprendería que tuviéramos los mismos en Tokio (para los Juegos Olímpicos de Tokio)", se defendió el presidente de la Federación Internacional de Atletismo, Sebastian Coe.

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La meteorología dio una tregua los últimos días. En el maratón masculino del sábado la humedad bajó al 45% y eso dio un cierto respiro a los competidores, que no tuvieron una noche tan dura como las mujeres.

Para el Mundial de fútbol, el problema del calor debería presentar menos complicaciones, ya que el torneo se disputará del 21 de noviembre al 18 de diciembre de 2022, unas fechas en las temperaturas son menos extremas en el país.

- El examen de 2022 

El Mundial de atletismo era percibido como un test a pequeña escala de lo que puede ser el Mundial de fútbol.

"Catar camina en un terreno delicado. Está obligado a organizar correctamente el Mundial (de fútbol), si no las instancias deportivas podrían decir que ese país nunca más, lo cual le haría de nuevo vulnerable en el plano geopolítico", afirma Simon Chadwick.

Un reto importante para 2022 será la cuestión de los transportes, en este pequeño Estado de 11.586 kilómetros cuadrados con un red de transporte público embrionaria y un uso masivo del automóvil.

La presión es fuerte para las autoridades y la apertura de las 37 estaciones de metro previstas. Por ahora únicamente 13 están operativas.

Queda también por conocer el impacto de las investigaciones judiciales emprendidas en Francia sobre las condiciones de atribución de sede del Mundial de atletismo y del Mundial de fútbol. Sobre ambos proceso pesan fuertes sospechas de corrupción.