Inglaterra y su deuda en las Copas del Mundo

Resulta increíble que la nación a la cual se le atribuye la creación de fútbol como lo concebimos hoy en día, tenga como tradición defraudar en los Campeonatos del Mundo y las granes citas balompédicas a nivel de selección.

Los ingleses gozan de un alto prestigio internacional, sustentando en su poderosa Premier League y en la cantidad de talentos que surgen en cada ciclo.

En su debut ante Túnez en Rusia 2018, Inglaterra volvió a decepcionar; dicho compromiso pareció el epítome de la tradición inglesa en los Mundiales. Los dirigidos por Gareth Southgate comenzaron con un asfixiante vértigo sobre los tunecinos, pero con el transcurrir de los minutos se fue diluyendo sin tener un rival de envergadura. Al final, Harry Kane se vistió de salvador, pero su equipo defraudó.

Y es que así es siempre; Inglaterra solo pudo coronar su ‘realeza’ bajo la mirada atenta de la corona británica en el Mundial de 1966, con la polémica eterna incluida ante Alemania. Pese a que no ha carecido de buenos equipos y excelentes jugadores, no ha podido ratificarse como potencia en la élite del fútbol.

Quién podría discutir a figuras como Kevin Keegan, John Barnes, Peter Shilton, Gordon Banks, Bryan Robson, Gary Lineker, Steven Gerard, Frank Lampard, Paul Gascoigne, Michael Owen, pero así podría seguir, escribir un manifiesto y no encontraría la explicación al fracaso británico a nivel de selección.

Desde Italia 90, con aquella escuadra en la que brillaron Gascoigne y Lineker, Inglaterra no pasa de cuartos de final en torneo ecuménico de mayores, allí Alemania le negó el paso a la final; su última gran participación a nivel de naciones fue en la Euro 1996, en la que fue local y perdió en la semifinal, otra vez, con los germanos, y por la misma vía, en los lanzamientos desde el punto penal.

¿Podrá Inglaterra cumplirle la cita a la Copa del Mundo? ¿Serán Harry Kane, Dele Alli y Raheem Sterling los héroes que rescaten a los británicos del exilio de la gloria? Ante Túnez dejaron dudas, pero los tres puntos son una certeza.