Igor Akinfeev, la reivindicación del 'Casillas Ruso'
El portero alcanzó la redención en su país y ante su gente, y ahora es héroe nacional
Discutido, criticado y preso de las burlas y los apelativos por sus constantes errores, Igor Akinfeev tuvo su tarde de gloria moscovita al entregarle la clasificación a los cuartos de final de la Copa del Mundo en las manos a Rusia, en el certamen organizado en su feudo y ante la mirada expectante y extasiada de su pueblo.
El golero del CSKA de Moscú ha tenido jornadas decepcionantes, lúgubres y hasta cómicas, pese a ser un portero de buenas condiciones y tener el honor de ser el guardián del arco de la escuadra de los militares rusos desde los 18 años.
Ha sido bautizado como el ‘Casillas Ruso’, pero dicho seudónimo ha contrastado con los calificativos peyorativos luego de los errores cometidos con su selección en Brasil 2014 y con su club en la Champions League. Incluso, hasta 2016 ostentaba la peor racha de una arquero en la máxima competición europea de clubes, al recibir por lo menos un gol en todos sus partidos durante 10 años consecutivos.
Sin embargo, para Akinfeev, de 32 años, llegó el momento de la redención ante toda su nación y se consagró al ser una pieza decisiva para que Rusia alcanzara los cuartos de final de la Copa del Mundo por primera vez en su historia.
El guardameta nacido en Vidnoye, capital del raión de Leninsky, fue una auténtica muralla dentro de la trinchera que armó la selección rusa en los albores de su área y cuando llegó el momento cumbre en la definición por penales, fue arropado por la reivindicación total y condenó al escarnio a los españoles Koke e Iago Áspas.
Rusia 2018 fue la oportunidad para que Igor Akinfeev demostrara que es un arquero de élite internacional y que estaba destinado para el honor y el triunfo; exhibió una ejemplar muestra de carácter y superó la adversidad que lo acompañó durante tantos años y en varios partidos. La fe que los rusos depositaron en él fue correspondida.
Fuente
Antena 2