De la mano de Modric y Rakitic, Croacia sueña con el Mundial de Rusia

Zlatko Dalić, actual entrenador del equipo que llegó para apagar un 'incendio' tras el despido de Ante Čačić, consiguió la clasificación a Rusia 2018 con trabajo, pasión y una reforma táctica invitando a un viejo conocido del equipo al cuerpo técnico, el exdelantero Ivica Olić, recordado goleador que jugó en el Bayern Múnich.

Una victoria el 9 de octubre del año pasado ante Ucrania puso a Croacia en el repechaje para la Copa del Mundo frente a Grecia, el siempre complicado equipo que se ha caracterizado por su virtud defensiva y poderío en las pelotas quietas. Era un bache difícil de solventar, pero el conjunto de Dalić lo consiguió de manera categórica ganando 4-1 en el global: ¡El pasaje a Rusia era un hecho!

Siempre se juega algo para querer ganarlo y Croacia en el fondo sabía que contaba con futbolistas de calidad para intentar algo grande en territorio ruso, buscando superar lo ya hecho por sus compatriotas en Francia 1998, que de la mano de Boban, Suker y Prosinecki alcanzaron el bronce mundialista.

Desde un principio el técnico Zlatko Dalić la tuvo clara: tenía que hacer jugar a sus dos estrellas (Modric - Rakitic), que ellos se transformaran en los directores de orquesta de un equipo con calidad defensiva y ofensivamente. Su pensar era que no ocurriera lo mismo de Brasil 2014 donde cayeron en la primera ronda del certamen.

Una columna vertebral fue lo que buscó Dalić y lo consiguió, por supuesto. Danijel Subasic, un experimentado arquero de 33 años que en el Mónaco mostró calidad en la liga francesa y la Champions League, fue el encargado de defender los tres palos desde el inicio del Mundial ante Nigeria. En los momentos claves cuando el rival atacaba, él aparecía, incluso fue figura en la tanda de penales ante Dinamarca y Rusia en octavos y cuartos de final.

El atacante de la Juventus de Turín, con un amplio recorrido en el balompié europeo, Mario Mandzukic, fue el nueve goleador en esta aventura mundialista. Su capacidad de aguantar el balón, tocar en corto, asociarse, definición y desmarque en el área, lo hicieron titular en un seleccionado que tenía hambre.

Además de 'Súper Mario', como le dicen en Italia, otras dos piezas de ataque se suman a esta talentosa Croacia: Ante Rebic e Iván Perisic, este último con características de gambeteador, de un clásico 'wing' que desborda, gana la raya y centra, pero ojo, también encara se mete en el área y define; todo lo sabe hacer.

Dichas piezas de ataque se destacaron también por una ardua labor de la defensa comandada por Domagoj Vida, el temperamental zaguero del Besiktas de Turquía. Él, junto con Lovren, se convirtió en un bloque de solidez que siempre fue importante en el momento de proteger un resultado.

Lo que pensó Dalić le salió a la perfección. Sus dos estrellas, Rakitic y Modric pudieron mostrar su fútbol de toque, generación, progresión y técnica. Luka fue el capitán, el 'diez', el máximo líder en el terreno de juego, e Iván su mano derecha con sacrificio y talento.

Croacia derrotó a Nigeria, Argentina e Islandia en fase de grupos, luego superó a Dinamarca en octavos y le ganó a Rusia, el local, en cuartos... Frente a Inglaterra consiguieron lo impensado, el pasaje a la final y, a diferencia de los otros dos partidos, ganaron en el alargue sin necesidad de penales con gol de Mandzukic.

Se podría decir que los croatas han jugado un partido más respecto al otro finalista, Francia, en la Copa del Mundo. Tienen una sobrecarga física que no se oculta, incluso la escuadra 'gala' llegará al partido del domingo más tranquilo y con mayor descanso; pero el equipo 'balcánico' sabe que para escribir la historia tiene que tener algo extra al buen fútbol, eso es 'garra', corazón.

La final se jugará este domingo 15 de julio a las 10 a.m. (hora de Colombia) en el estadio Olímpico Luzhnikí de Moscú; será una oportunidad para que Croacia pueda unirse al selecto grupo de campeones del mundo de la mano de Modric y Rakitic.