La sanción que recibiría Messi tras la primera expulsión de su historia en Barcelona
El delantero argentino vio la tarjeta roja en la prórroga de la final de la Supercopa que Barcelona perdió ante Athletic Bilbao.
"Leo venía de una lesión y se notó. En su actuación y en la de todo el equipo", escribió este lunes el director del diario deportivo catalán Mundo Deportivo, Santi Nolla, en su columna.
"El Barça tiene a Messi como eje, no como guinda, y eso implica una dependencia, extraordinaria como en los dos últimos partidos que jugó, pero negativa cuando el ritmo es cansino y se adecua la intensidad al control de esfuerzos", añadió.
"Sin un plan, sin ideas, sin recursos y además sin Pedri, Messi no puede con todo", remachó el diario Sport.
Remontado hasta en dos ocasiones por el Athletic de Bilbao, la última sobre la campana forzando la prórroga, la impotencia del Barça, muy conservador durante la mayor parte del partido, acabó plasmada en el manotazo de Messi a Asier Villalibre en el último minuto del alargue.
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El árbitro revisó la jugada con el videarbitraje y sacó la primera tarjeta roja de Messi con el primer equipo del Barça.
"Horrible final para Messi, que jugó a paso de carreta. Quizá no estaba, quizá no debió jugar, pero, ¿quién se lo dice? Su ritmo cansino fue el del Barça", aseguró este lunes el presidente de honor del diario As, Alfredo Relaño en su columna.
El capitán azulgrana fue expulsado por "golpear a un contrario con el brazo haciendo uso de fuerza excesiva estando el balón en juego pero no a distancia de ser jugado", según el acta del encuentro.
- Pendiente de una sanción -
Messi podría ser sancionado por esta expulsión con entre 1 y 12 partidos, dependiendo de la gravedad que considere el Comité Disciplinario de la Federación Española de Fútbol.
Una sanción que debería cumplir en los próximos partidos de Copa (el Barcelona juega el jueves) y de LaLiga en función del número de encuentros que se le impongan.
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Una ausencia que, si se alarga, podría lastrar la recuperada trayectoria de un equipo, muy dependiente del rosarino, que acaba contrato en junio y aún no ha renovado con un Barça, inmerso en una crisis institucional y dirigido por una junta temporal a la espera de poder celebrar elecciones.
"Derrotas y frustraciones al margen, ver al crack rosarino alcanzar dichos límites de frustración es un síntoma muy preocupante. Sobre todo, en clave de su futuro", advirtió este lunes el diario Sport.
Para este rotativo, la expulsión de Messi debe leerse en términos de hartazgo no sólo por lo que ocurrió sobre el campo el domingo, sino también la situación del equipo en lo deportivo y extradeportivo.
En el inicio de la segunda vuelta de LaLiga y con la pronta vuelta en febrero de la Champions, el Barça necesitará la versión más feliz del astro argentino vista en los últimos partidos del campeonato español y olvidar cuanto antes la pesadilla 'supercopera'.
Fuente
AFP