James y León tienen refuerzo ''celestial' para el remate de la Liga MX

León buscará asegurar su lugar en la Liguilla sin necesidad de jugar el repechaje.

Por: Jhon Edison Sandoval Castro

@Jhonrupbta

En el estadio León de Guanajuato, un momento poco habitual antecede cada partido como local del equipo esmeralda. Allí, en medio de la tensión previa al pitazo inicial, una figura vestida con sotana blanca y estola verde se roba por instantes la atención: es el padre Roberto, un sacerdote de 55 años cuya presencia se ha vuelto parte del protocolo no oficial del Club León.

Cada encuentro comienza con el padre recorriendo el campo, agua bendita en mano, rociando el césped mientras murmura oraciones que buscan no solo protección, sino también inspiración espiritual. “Que la Virgen María Santísima los mire con mirada de madre y los lleve en su regazo y que nada ni nadie les haga daño”, suele decir mientras bendice a los jugadores y el terreno de juego, según informó el diario El Tiempo. Su presencia no solo llama la atención de los fieles, sino también de quienes creen en el poder del ánimo colectivo.

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Este ritual ha ganado aún más relevancia durante fechas especiales como la Semana Santa, en las que el simbolismo religioso se magnifica. En esas jornadas, la imagen del sacerdote es recibida con respeto por la hinchada, que ve en él un vínculo entre lo celestial y lo deportivo.

Desde que James Rodríguez fue presentado como refuerzo de León a inicios de 2025, el equipo ha mostrado una notable mejoría en su rendimiento. Aunque la influencia del mediocampista colombiano ha sido clave con su talento y liderazgo en el terreno de juego, muchos destacan también el efecto positivo del entorno espiritual promovido por figuras como el padre Roberto. Sin buscar protagonismo, su labor se ha integrado al día a día del club como un gesto que refuerza la unión del grupo.

Resulta difícil medir en términos tangibles si la intervención divina ha tenido un impacto en los resultados deportivos, pero la sensación dentro del vestuario es que esta tradición aporta serenidad y motivación adicional. La figura del padre ha dejado de ser un detalle curioso para convertirse en una parte apreciada por jugadores y cuerpo técnico.

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En un fútbol cada vez más dominado por la tecnología y la estadística, la espiritualidad encuentra su espacio como un componente emocional. En el Club León, la fe no es ajena a la cancha: acompaña cada paso, cada jugada, y cada gol, como un motor invisible que, junto con el talento de James Rodríguez y sus compañeros, impulsa el sueño de alcanzar el título de la Liga MX.

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