René Higuita ganó la Copa Libertadores con Atlético Nacional en 1989 luego de ser el héroe del cuadro 'verdolaga' en la definición desde el punto penal. Su leyenda quedó enmarcada en la historia del club y ahora, tras 30 años, habló en el aniversario de aquel triunfo en un evento que realizó el 'Rey de Copas'.

"No es solamente una celebración, sino otro partido más de fútbol en el que vivimos emociones iguales o más fuertes que los mismos partidos de la Copa. Lloramos de emoción al recordar esos triunfos, grandes momentos y los amigos que no están", resaltó Higuita ante las personas que estaban presentes.

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Para el 'loco', como es conocido, lo que hizo Nacional en ese momento ayudó a que Colombia dejara de pensar en los problemas de la violencia y se ilusionara con el fútbol. "Con lo que nosotros pudimos dejar, con esa semilla que dejamos plantada de vivir con amor, de vivir con humildad. El día mañana nos vamos y nada nos vamos a llevar", puntualizó.

El héroe de aquel 31 de mayo recordó una anécdota con Francisco Maturana, técnico que en ese entonces dirigió al equipo antioqueño y lo llevó a levantar el título. "En ese momento la recomendación que tuve de 'Pacho' fue: 'Si Almeida cobra, regáleme ese penalti y juéguesela al lado derecho. Efectivamente... yo me la jugué al lado derecho y tapé el penalti. Pero después, yo más emocionado, y creyendo también en Francisco, le digo: 'Y los próximos, ¿a dónde me la juego?'. Ya él me responde: 'No le puedo decir todo, ya usted verá qué va a hacer'. Ahí recuerdo mi trabajo y la intuición que tuve".

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Y es que Higuita recordó que los jugadores en ese momento se emocionaron por todo lo que les tocó vivir y sufrir para conseguir la copa.

"Lloramos y nos emocionamos... vibramos como si el partido fuera en vivo y en directo. Yo hoy en día paso, lo miro y cada que lo miro y me emociono. Pienso en lo que ya se realizó y en el agradecimiento de las personas. Es una gran satisfacción", indicó.

Finalmente, sobre lo que sintió cada vez que sus compañeros fallaban un penal, el 'loco' confesó que siempre se mentalizó en aprovechar el nerviosismo del rival para poder atajar sus disparos.

"Sinceramente, lo único que me pasaba por la cabeza era aprovechar el nerviosismo del rival porque uno cuando cobra también siente ese nervioso. Después era hacer mi trabajo. Como ser humano yo me equivoco, y todos nos equivocamos... si yo empezaba a señalar a los que habían fallado, yo era el que más al borde del fracaso estaba si me hacían los goles o me equivocaba", concluyó.

Por David Fernando Rocha