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Hinchas de Boca en el Estadio La Bombonera, en Buenos Aires (Argentina)
Hinchas de Boca en el Estadio La Bombonera, en Buenos Aires (Argentina)
AFP

Boca vs River: El gran ambiente en La Bombonera en imágenes

Los equipos más tradicionales de Argentina buscan el título de la Copa Libertadores de América.

El superclásico argentino entre Boca Juniors y River Plate, inédita final de la codiciada Copa Libertadores, se juega este domingo, un día después de lo previsto, tras la suspensión por la lluvia que alargó el suspenso y la ansiedad de millones de fanáticos.

La incertidumbre debido al mal tiempo en Buenos Aires se prolongó hasta la mañana del domingo, cuando una inspección de los veedores de la Conmebol determinó que el campo de juego estaba en condiciones para jugarse.

La Conmebol se vio obligada a suspender el partido el sábado, luego de que los 124 milímetros de agua caídos en toda la jornada, más de lo esperable para todo noviembre, anegaron el césped de la cancha en la Bombonera, el mítico estadio de Boca donde se disputa la ida de la histórica final. "Claro que el campo de juego está mojado pero está en total condiciones de juego. Podemos tener lluvias pero el drenaje está respondiendo", apuntó el director de competencias de la Conmebol, Fred Nantes, al canal Fox Sports.

A la hora señalada, el mundo futbolero se paralizó para la primera final, dirigida por el árbitro chileno Javier Tobar, que tendrá su revancha el sábado 24 en el estadio Monumental de River.

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A punto

La suspensión del partido el sábado se decidió a menos de dos horas del horario programado para el partido y cuando miles de hinchas de Boca ya empezaban a colmar las 53.000 plazas del estadio bajo la lluvia torrencial.

Tras retirarse empapados y resignados, este domingo volvieron a llenar de a poco la Bombonera, que abrió sus puertas cuatro horas antes del pitazo inicial y adonde no pueden acudir la afición visitante por razones de seguridad. Todo volvió a ponerse a punto para "el partido de los sueños", como lo definió el exseleccionador argentino y entrenador de Leeds United de Inglaterra, Marcelo Bielsa.

En un clima festivo todos esperan el inicio de un partido histórico que desveló a millones desde que Boca y River clasificaron para la final del torneo continental, tras vencer a los brasileños Palmeiras y Gremio, en sus respectivas semifinales.

Como el sábado, miles de hinchas volvieron al Monumental, en el norte de la ciudad, con enormes banderas, paraguas y camisetas rojiblancas para alentar a sus jugadores en un "banderazo" que los despidió cuando el bus partió hacia el estadio archirrival, en el sur de la capital, escoltado por motos policiales, cuando faltaban dos horas para el partido. "Es un partido único. Hay ansiedad. Tenemos que tratar de ganar y no olvidarse que son 180 minutos", declaró el delantero de River Ignacio Scocco al llegar al estadio.

Pocos minutos más tarde fueron los jugadores de Boca salieron hacia la cancha desde un hotel céntrico, en medio de la algarabía de centenares de fanáticos auriazules que no consiguieron un lugar en la Bombonera. "Es una final, hay que jugarla como tal", dijo Ramón 'Wanchope' Abila. "Hay que estar enfocados, estos partidos son más de la cabeza que del juego", agregó el experimentado Carlos Tevez, que estará en el banco  de suplentes.

Duelo de titanes

En cuanto a lo puramente deportivo, el Boca de Guillermo Barros Schelotto despliega el temperamento del volante Pablo Pérez, quien entrenó diferenciado toda la semana por una lesión, la calidad técnica del colombiano Wilmar Barrios y los goles de 'Wanchope' Ábila, Darío Benedetto o Cristian Pavón.

El poder de River, del DT Marcelo Gallardo se asienta en la fortaleza defensiva de Jonathan Maidana y Javier Pinola, los talentos de Gonzalo 'Pity' Martínez o Exequiel Palacios, y los goles del colombiano Rafael Santos Borré o de Lucas Pratto.

River será dirigido por el ayudande de campo Marías Biscay, por una sanción de la Conmebol a Gallardo que le impide acercarse a la Bombonera y dar directivas. El capitán Leonardo Ponzio, lesionado, acompañó al plantel pero confirmó que no jugará.

Copa Libertadores, una obsesión

Boca y River son los dos clubes más populares de Argentina y representan juntos a un 70% de los hinchas en un país con 44 millones de habitantes donde se respira fútbol. Jamás se midieron en una final por la Copa que es obsesión de sus simpatizantes.

Boca suma seis Libertadores y busca la séptima corona para igualar al también argentino Independiente como los máximos ganadores de títulos del certamen continental, mientras River acumula tres. En el historial, los auriazules aventajan por 10 partidos ganados a los riverplatenses.

Fuente
EFE
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