Atlético Nacional y la era de los ‘puros criollos’
En el día de su cumpleaños, vale la pena recordar una de las épocas más gloriosas del cuadro verdolaga.
‘Los puros criollos’, así se le denominó a Atlético Nacional a partir de 1987, cuando Francisco Maturana dejó el Once Caldas de Manizales y retornó al cuadro ‘Verdolaga’, donde ya había tenido años gloriosos como jugador, para comandar al equipo hacia la consecución de un título que le era esquivo desde 1981, bajo la tutela del argentino Osvaldo Juan Zubeldía.
La primera determinación de ‘Pacho’ fue, al lado de su asistente técnico, Hernán Darío Gómez, apostarle al talento colombiano e iniciar un proceso que derivara en una conquista internacional. Desde el ‘Blanco Blanco’, Maturana acercó a uno de los futbolistas que sería emblema de su proyecto: el capitán Alexis García.
Francisco Maturana, heredó lo iniciado por Luis Cubilla y Osvaldo Zubeldía, lo trasladó a su zona pressing con defensa lineal y asumió el reto de dirigir a la Selección Colombia mientras tenía las riendas de Atlético Nacional.
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Hernán Darío Gómez, técnico de Atlético Nacional y la Selección Colombia inició como asistente técnico de Francisco Maturana
Aquella filosofía partió en dos la historia del fútbol colombiano y los resultados comenzaron a verse casi de inmediato; Atlético Nacional se convirtió en la base de la Selección Colombia y el primer gran golpe se dio en la Copa América de 1987 en Argentina, en donde la ‘Tricolor’ se quedó con el tercer lugar, venciendo a la ‘Albiceleste’, campeona del mundo en aquel instante, con Diego Maradona a bordo.
En el rentado colombiano Nacional comenzó a deslumbrar; su respeto al balón, la seguridad en defensa y la generación de fútbol ofensivo cautivaron al público colombiano e internacional. De su cosecha emergieron figuras como René Higuita, Andrés Escobar, Felipe Pérez y Juan Jairo Galeano, quienes encontraron el maridaje ideal en hombres de la talla de Luis Alfonso Fajardo, Leonel Álvarez y Alexis García
La Copa Libertadores de 1989
La consagración de los ‘Puros Criollos’ llegó luego del campeonato colombiano de 1988; Atlético Nacional dominó la reclasificación, pero en el octogonal final fue superado por Millonarios y debió conformarse con el subtítulo. Sin embargo, esa segunda casilla le dio el tiquete para disputar la Copa Libertadores de 1989.
En el máximo certamen continental se ratificó y tomó ribetes legendarios la actuación de los ‘Puros Criollos’, al coronarse como los monarcas de América. Nacional fue segundo del grupo que compartió con Millonarios, Emelec y Deportivo Quito y enfrentó en octavos de final a Racing de Avellaneda.
Nacional comenzó a acariciar el título cuando se cruzó con Millonarios en cuartos de final; allí la ilusión creció al obtener el cupo a la semifinal con una victoria 1-0 en Medellín y un empate 1-1 en Bogotá. Además, dicha serie fue la piedra angular de la rivalidad que entre ambos equipos existe en el presente.
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René Higuita tuvo como una de sus principales cualidades atajar penales; aquí en una definición ante River Plate en las semifinales de la Copa Libertadores de 1995.
La semifinal fue un trámite ante Danubio de Uruguay, la cual se saldó con un contundente 6-0 a favor de los verdes en Medellín.
La final fue un capítulo épico en la historia del fútbol colombiano y catapultó al equipo hacia el reconocimiento internacional. Por cuestiones de aforo en el Estadio Atanasio Girardot, el 31 de mayo de 1989 Atlético Nacional enfrentó a Olimpia de Paraguay, con la misión de remontar un 0-2 en contra. Pese a la resistencia de los guaraníes, los antioqueños lograron la hazaña, se impusieron en los noventa minutos con un autogol de Fider Miño y un gol de cabeza de Albeiro Usurriaga.
La tanda de penales solo sirvió para añadir la ascensión del héroe a la epopeya y consagrar a René Higuita como un auténtico ídolo; mientras él atajaba penales, los nervios que brotaban por el desperdicio de los penales de sus compañeros fueron apaciguados por el disparo definitivo de Leonel Álvarez.
Continuidad del proceso
La clasificación al Mundial de Italia 90, después de 24 años de ausencia, con la base de los ‘Puros Criollos’ de Atlético Nacional fue un logro más de esa ‘Era’ y obligó a Francisco Maturana a dedicarse de lleno a la ‘Tricolor’, para cederle el mando en el banco ‘verdolaga’ a Hernán Darío Gómez.
Luego del primer título continental, Atlético Nacional alcanzó la liga de 1991 con ‘Bolillo’ como técnico, asistió sucesivamente a las Copas Libertadores de 1990, 1991, 1992 y 1993; el profesor juan José Peláez se encargó de darle vida al legado de Maturana y Gómez, conquistó el campeonato colombiano de 1994 y quedó subcampeón de la Copa Libertadores 1995.
La ‘Era’ de los ‘Puros Criollos’ siguió abasteciendo a Colombia de jugadores excepcionales; Faustino Asprilla, Víctor Aristizabal, Herman Gaviria, Neider Morantes, Diego Osorio, Juan Pablo Ángel e Iván Córdoba fueron algunas de las estrellas que germinaron bajo la filosofía de Maturana y compañía.
Tras la estrella obtenida en 1999, en el epílogo de la exitosa y trascendente historia de los ochentas y noventas, Atlético Nacional abandonó su política de no contar con jugadores extranjeros en la década del 2000, aunque los triunfos y las conquistas no pararon allí, solo cambiaron de ciclo.
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Juan Pablo Ángel fue una de las figuras emergentes de la década del noventa con 'Los Puros Criollos' de Atlético Nacional; aquí ante River Plate en las semifinales de la Copa Libertadores de 1995.
Fuente
Antena 2