El punto más débil de la Selección Colombia en el amistoso contra Japón

El balance de la primera presentación de la Selección Colombia fue dispar y algo desequilibrado, entre lo que se intentó en ataque y las fallas que evidenció en defensa. Aunque tuvo aproximaciones e, incluso, estrelló un balón en el palo, con remate de Falcao García, durante el primer tiempo, también sufrió en defensa. 

Específicamente, el sector del campo por el cual Sei Muroya, Ritsu Doan y Musashi Susuki  lograron generar zozobra en la zaga colombiana fue el izquierdo; Déiver Machado presentó falencias que los nipones agudizaron con su velocidad y desequilibrio. 

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El lateral zurdo de Atlético Nacional se vio superado por las combinaciones de los jugadores japoneses que eligieron su flanco para visitar con peligro a Camilo Vargas, quien respondió de buena forma cuando debió intervenir. 

Machado regaló constantemente la espalda, dejó una brecha amplia, que se constituyó en una permanente tentación para que los orientales intentarán lanzar al vacío o sobrepasarlo con haciéndole el ‘uno-dos’. 

Sin embargo, no toda la responsabilidad fue de Machado; a diferencia del costado contrario, en donde Sebastián Villa tuvo una vocación más consistente para darle una mano a Helibelton Palacios, Luis Fernando Muriel poco hizo por ayudarle al marcador de punta izquierdo de Colombia e incidió en su bajo nivel. 

Asimismo, el filtro que debió ejercer en la mitad del campo el doble ‘5’ conformado por la dupla Wilmar Barrios y Jefferson Lerma no fue del todo efectivo. 

Por otra parte, en ataque tampoco se vio un aporte claro por Déiver Machado, quien se proyectó poco y, cuando lo hizo, no pudo culminar bien las jugadas, ni con drible ni con pase ni con centro.