Nairo Quintana y Míkel Landa reciben una lección de Tom Dumoulin para 2020

Luego de la Vuelta a España, se conocieron varios movimientos en el mercado del ciclismo internacional, donde pedalistas de gran envergadura emigraron de sus respectivos equipos en busca de objetivos nuevos y por buenas cifras de dinero. 

Uno de los movimientos más sonados fue el de Nairo Quintana, quien abandonó las filas del Movistar rumbo al Arkea en busca de ser el único líder del equipo debido a los problemas que tuvo con el español Míkel Landa en las últimas carreras e incluso con Alejandro Valverde. 

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Mismo caso de Landa, que con sus conocidas ambiciones dejó la escuadra española a la que había llegado del Sky por el mismo motivo y será corredor del Bahrein Mérida donde espera ser el gran líder a pesar de no conocer la victoria en ninguna de las tres grandes que ha corrido en repetidas oportunidades. 

Son dos casos muy diferentes al de Tom Dumoulin, quien ya ganó el Giro de Italia y es uno de los mejores contrarrelojeros del mundo y sigue siendo uno de los pedalistas más importantes del pelotón a pesar de la mala temporada que tuvo en 2019 por cuenta de las lesiones. 

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El corredor holandés dejó las filas del Sunweb para ir al Jumbo Visma; uno de los equipos que buscará pelearle el poderío al Ineos en el World Tour y, a pesar que será una gran pieza, aseguró que no quiere ser el único líder como en su anterior equipo y que ese fue uno de sus motivos. 

“No quería ser el único líder en un equipo. Vamos a dividirnos el calendario y veremos quién es mejor. Tampoco quiero contar con todo el bloque a mi disposición y luego ser sexto”, expresó en pasado diálogo con Eurosport el corredor de Países Bajos. 

Y en ese momento también dejó claros sus nuevos propósitos: “Mis objetivos son el Tour y los Juegos Olímpicos de Tokio. Veremos si Jumbo me permite correrlos. De todos modos, prefiero correr para alguien que pueda ganar si es que está mejor”, explicando que no tendrá problema si debe ser gregario de algún compañero.